En la noche oscura, de luna brillante,
Clyde y Lynn paseaban, llenos de amor constante.
La fiesta de muertos estaba en el aire,
con flores y risas, todo era un baile.
Pero la Catrina, con su andar elegante,
se acercó a la pareja, con mirada desafiante.
"¡Hola, chicos bonitos! Vengo a llevar,
sus almas tan frescas, no se pueden quedar."
Clyde, temblando, miró a su amada,
"Lynn, no dejes que esta muerte sea la jugada.
No me lleves, Catrina, aún tengo que amar,
hoy celebramos vida, no nos puedes llevar."
Lynn, valiente y fuerte, le sonrió con fe,
"Si quieres llevárnos, tendrás que entender,
nuestra risa es contagiosa, nuestro amor no se apaga,
vamos a hacer fiesta, ¡hoy nadie se marchaba!"
La Catrina, intrigada, se quedó a escuchar,
mientras Clyde y Lynn empezaron a cantar.
Con un ritmo alegre, llenaron el lugar,
los espíritus danzaban, dejándose llevar.
"En cada ofrenda, hay amor y dulzura,
celebramos a quienes, hoy dan su locura.
La vida es un regalo, la muerte una canción,
y nosotros, Catrina, ¡seremos la función!"
La muerte sonrió, con su risa cristalina,
"Hoy me han sorprendido, no hay más que adivina.
Así que bailar, reír y disfrutar,
y déjenme un momento, aquí quiero quedarme a escuchar."
Así continuaron, en la noche estrellada,
Clyde y Lynn bailando, llenos de alegría encantada.
La Catrina a su lado, disfrutando del festín,
celebrando la vida, en un abrazo sutil.
Y cuando la fiesta llegó a su final,
la muerte se despidió, con un guiño especial.
"Ustedes, jóvenes, me han ganado el corazón,
hasta el próximo año, ¡sigan con su canción!"
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The Loud House - Especial Día de muertos
PoetryEl caos se transforma en celebración cuando la familia Loud se prepara para el día de muertoss, llena de coloridos altares, flores de cempasúchil, y calaveritas de azúcar con los nombres de todos los miembros de la familia. Todos se rehunen para es...