Danielle intentaba disimular la sonrisa que le nacía al ver el batido de su sabor favorito esperando en su escritorio, siempre acompañado de una pequeña nota escrita a mano con palabras dulces y cuidadosas. Las primeras veces había pensado que era alguna broma, tal vez una estrategia de Minji para hacerla sentir confundida. Sin embargo, al darse cuenta de que estos detalles no paraban y que aparecían en silencio, sin nadie observando, su corazón comenzó a latir con una extraña esperanza.
—Alguien te está observando, Danielle —comentó Hanni en tono juguetón, observando la nota de ese día—. Esto ya parece un romance secreto de película.
—Seguro que tienes un admirador secreto y no nos has dicho nada —añadió Haerin, con una sonrisa cómplice, mientras estudiaba los trazos elegantes de la nota—. Aunque... ¿será alguien de tu clase?
Danielle, intentando no dejarse delatar, negó entre risas.
—¡Por favor, chicas! No tengo ni idea de quién podría ser. —Aunque lo dijo sin titubeos, sus ojos no pudieron evitar desviarse hacia el grupo de Minji, donde la chica se encontraba en silencio, observando su móvil. Por un instante, sus miradas se cruzaron, y Minji levantó una ceja, lanzándole una mirada fugaz.
Al ver el rubor en las mejillas de Danielle, Hanni soltó una carcajada, enganchando su brazo con el de ella para llevarla hacia la cafetería, con Haerin siguiendo detrás. Danielle, mientras trataba de ocultar su sonrisa, no podía evitar dirigir una última mirada al lugar donde se encontraba Minji, sintiendo el peso de su presencia incluso desde la distancia.
La charla en la cafetería se tornó interesante, sobre todo cuando Haerin, observadora como siempre, comenzó a comentar sobre los recientes cambios de Minji.
—¿No lo han notado? —preguntó Haerin mientras picaba su ensalada con detenimiento—. Minji dejó de acosar a sus compañeros, ya no se mete en problemas, y… creo que hasta sonríe más. Es extraño, como si hubiera dejado de ser… no sé, el "monstruo de Daesan".
Danielle hizo un esfuerzo por concentrarse en su comida para disimular la sonrisa que amenazaba con aparecer en su rostro.
—Es cierto, parece que hasta abandonó su cara de villana —añadió Hanni con una risa burlona—. ¿Creen que habrá madurado? A lo mejor hasta le nació un corazón.
Danielle tuvo que cubrirse la boca con la mano para evitar que la sonrisa la delatara, pero sus amigas notaron su expresión divertida.
—¿Y a ti qué te da tanta gracia? —preguntó Hanni, entrecerrando los ojos mientras la miraba sospechosamente—. No me digas que estás en el mismo tren de admiradores de Minji.
Danielle se atragantó ligeramente, y luego rió, sacudiendo la cabeza.
—¿Admiradora de Minji? ¡No, claro que no! Solo… bueno, me sorprende tanto como a ustedes —respondió, intentando sonar convincente. La idea de que sus amigas supieran la verdad le causaba una mezcla de vergüenza y nerviosismo.
La conversación en la mesa continuó entre risas, cada comentario aumentando el tono de la broma. Hanni, especialmente divertida con el tema, aprovechó para lanzarle una mirada pícara a Danielle.
—¿Segura que no tienes un poquito de admiración por Minji, eh? —insistió, apoyando la barbilla en su mano y con una sonrisa burlona—. Mira que ni siquiera protestas cuando hablamos bien de ella.
Danielle, notoriamente nerviosa, fingió indiferencia y se encogió de hombros.
—Por favor, solo me da risa la idea de que Minji sea otra persona —respondió, intentando desviar la atención—. Además, no sé si ha cambiado tanto, quizá es temporal.
Haerin soltó una risa suave y miró de reojo a Danielle, como si no se creyera del todo su excusa.
—Igual podría ser. Pero, en serio, hasta tú luces menos tensa cuando hablamos de ella.
Hanni se rio, aprovechando el comentario de Haerin para seguir picando a Danielle.
—Anda, Dani, no te hagas —dijo Hanni, guiñándole un ojo—. Tal vez solo te está gustando eso de que el "monstruo" ahora te mire con ojitos de cachorrito.
Danielle rodó los ojos, aunque no pudo evitar sonrojarse. A punto de responder, sintió una presencia detrás, y todas se giraron. Minji estaba ahí, mirándolas con una expresión que intentaba ser neutral, aunque el leve brillo de celos en sus ojos la delataba.
—Perdón por interrumpir… —dijo Minji en un tono irónico, cruzándose de brazos y mirando especialmente a Danielle—. Sólo vine a ver si pasaba algo que me perdí.
Danielle sintió cómo sus mejillas se calentaban aún más, y Haerin y Hanni se intercambiaron miradas cómplices.
Minji dejó escapar un suspiro, aflojando los brazos cruzados y mostrando una incomodidad poco común en ella. Sus ojos bajaron hacia el suelo un momento antes de volver a mirar a Danielle, esta vez sin la habitual provocación en su expresión. Parecía que había estado practicando lo que iba a decir, pero incluso así, las palabras no le salían con facilidad.
—Mira, Danielle —empezó, tragando saliva—, solo… solo quería disculparme por… todo. Lo que te hice pasar. El acoso, los golpes… —Su voz se apagó unos segundos, y aunque sus amigas la miraban en silencio, ella seguía con la vista fija en Danielle—. Sé que fui una idiota, y que todo eso… bueno, debí parar antes.
Danielle, sorprendida, no supo qué responder al principio. La dureza habitual de Minji parecía haber desaparecido, reemplazada por un tono vulnerable y sincero que nunca había imaginado ver en ella. Minji frunció los labios, como si la disculpa le pesara, pero se mantuvo firme.
—No sé si puedo compensarlo o si… —hizo una pausa, apretando ligeramente los puños— si merezco que me des otra oportunidad, pero necesitaba decírtelo. Te hice daño, y ya no puedo seguir pretendiendo que no me importa.
Danielle, conmovida y un tanto descolocada, asintió, tomando aire antes de responder, sintiendo que la mirada de Hanni y Haerin no se apartaba de ambas.
—Minji… gracias por decirlo —dijo, tratando de mantener su voz serena—. No fue fácil para mí, ya sabes. Pero escucharte ahora… bueno, no sé. Tal vez ya es un comienzo.
Minji la miró con una mezcla de alivio y un toque de esperanza, esa que parecía haber estado reteniendo durante mucho tiempo. Asintió con un leve movimiento, como si la disculpa le hubiese quitado un peso de encima.
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𝑰 𝐇̶𝐀̶̶𝐓̶̶𝐄̶ (𝑳𝑶𝑽𝑬) 𝒀𝑶𝑼 || Husseyz
FanfictionEn una prestigiosa escuela de Corea del Sur, Danielle Marsh se enfrenta al infierno en un ambiente donde los fuertes mandan, y nadie es más intimidante que Kim Minji. Minji, una joven con fama de dura y una pandilla de secuaces a su disposición, par...