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Después de la acalorada discusión pública entre Minji y Chaewon, Chaewon salió de la cafetería con una mezcla de emociones: alivio, arrepentimiento y, sobre todo, un nudo en el pecho que había reprimido durante mucho tiempo. Sabía que el espectáculo había sido un riesgo, pero también que era el único camino para liberar a Minji y, tal vez, a ella misma. Ahora que la "relación" había terminado, no había ninguna razón para seguir fingiendo.

Mientras caminaba hacia la parte trasera del edificio, intentando calmarse, escuchó unos pasos detrás de ella. Se giró y, para su sorpresa, encontró a Yunjin observándola con una mezcla de preocupación y algo que no lograba descifrar.

—¿Estás bien? —preguntó Yunjin suavemente, su voz llena de una calidez que hizo que Chaewon sintiera una oleada de consuelo inesperado.

Chaewon asintió lentamente, intentando mantenerse firme. Se cruzó de brazos en un intento de protegerse, de ocultar el temblor en sus manos.

—Sí, estoy… bien. —Suspiró, decidiendo abrirse un poco más con Yunjin—. Solo fue… mucho. Creo que no me había dado cuenta de cuánto me afectaba hasta ahora.

Yunjin la miró en silencio durante unos segundos, y luego, con una pequeña sonrisa llena de comprensión, dio un paso más cerca.

—Entiendo. Supongo que hacerte pasar por la pareja de alguien… debe ser agotador cuando realmente tienes a otra persona en mente, ¿no?

Chaewon parpadeó, sorprendida de que Yunjin captara sus sentimientos tan fácilmente. Desvió la mirada, incapaz de sostenerle la mirada, y murmuró:

—¿Tan obvio es?

Yunjin rio suavemente, y luego, con un toque de ternura, alzó una mano y le acomodó un mechón de cabello que se había soltado.

—Digamos que… uno tiende a darse cuenta cuando alguien especial está cerca. —Sus palabras fueron suaves, casi como si temiera romper el momento.

Chaewon sintió cómo su corazón latía con fuerza, y por un instante, todas las inseguridades, el cansancio y el miedo se desvanecieron. Era como si todo el caos de los últimos días, la farsa con Minji, el rompimiento, el temor a ser juzgada, quedara en un segundo plano. Se atrevió a levantar la vista, encontrando en los ojos de Yunjin un brillo de comprensión, algo que no necesitaba palabras.

—Gracias, Yunjin… —dijo finalmente, su voz temblorosa, pero llena de sinceridad—. Por estar aquí, por entenderme sin que yo tenga que decir nada.

Yunjin asintió y, sin soltarla de la mirada, deslizó su mano hasta entrelazar sus dedos suavemente con los de Chaewon, dándole un apretón de apoyo.

—Para eso estoy, Chaewon —respondió, su voz llena de una promesa tácita—. Ahora que has terminado con todo… tal vez podríamos, no sé… hablar más seguido, vernos. Sin máscaras, esta vez.

Chaewon asintió lentamente, sin poder evitar una sonrisa tímida, y en ese momento sintió que el peso en su pecho se aligeraba un poco.

Chaewon apenas podía contener la sonrisa que se formaba en sus labios al escuchar la sugerencia de Yunjin. Había algo tan genuino en ella, tan desinteresado, que hacía imposible no sentirse un poco menos sola.

Yunjin, notando el cambio en su expresión, le dedicó una sonrisa amplia, de esas que iluminan todo el rostro, y apretó suavemente su mano como si intentara transmitirle toda la energía positiva del mundo. Luego, con un toque de entusiasmo característico, le dijo:

—¡Perfecto! Entonces, ¿qué te parece si salimos esta tarde? —preguntó, sus ojos brillando de emoción—. Digo, para celebrar que ya no tienes que andar fingiendo, ¿no?

Chaewon se rió suavemente, y asintió, sorprendida de que la espontaneidad de Yunjin la hiciera sentir tan a gusto. Era como si aquella chica irradiara una calidez que derretía la capa de seriedad que siempre cubría a Chaewon.

—No sé, Yunjin… No pensé que fueras tan rápida con las invitaciones —bromeó, alzando una ceja, aunque la idea de pasar tiempo con ella parecía cada vez más atractiva.

Yunjin dejó escapar una risa despreocupada y, sin soltar la mano de Chaewon, se inclinó hacia ella con expresión juguetona.

—¡Cuando se trata de ti, claro que sí! Además… —bajó un poco la voz, aunque su emoción era evidente—. He estado esperando un momento así desde hace tanto que, si no me apuro, seguro lo arruino por tonto.

Chaewon sintió un calor en las mejillas y se rio, sorprendida de la honestidad casi inocente que Yunjin le ofrecía. Era como si esa chica no tuviera miedo de mostrar sus sentimientos, sin importar lo vulnerables que pudieran hacerla ver.

—Está bien, entonces —aceptó Chaewon, tratando de sonar tranquila, aunque la emoción también la envolvía—. Pero solo si prometes no hacer cosas demasiado… locas.

—¡Trato hecho! —respondió Yunjin alegremente, dándole un leve apretón a su mano, como si acabaran de cerrar un pacto sagrado—. Solo cosas divertidas… y, bueno, tal vez un poco alocadas, pero nada que no puedas manejar.

Chaewon dejó escapar una risa sincera, algo que no había hecho en mucho tiempo. Yunjin tenía ese efecto en ella; hacía que todo pareciera más fácil, como si las preocupaciones se desvanecieran en el aire con solo una sonrisa suya.

—Nos vemos a las cuatro, entonces —dijo Chaewon, notando cómo sus propias palabras la hacían sentirse extrañamente feliz.

Yunjin le dedicó una última sonrisa antes de soltar su mano con delicadeza y retroceder un paso.

—¡A las cuatro en punto! No llegues tarde, o voy a pensar que te arrepentiste —le advirtió con un tono juguetón, antes de girarse y desaparecer entre los pasillos, sin poder evitar lanzarle una última mirada divertida.

Chaewon, quedándose sola, respiró profundo, sintiendo una mezcla de emoción y calma.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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𝑰 𝐇̶𝐀̶̶𝐓̶̶𝐄̶ (𝑳𝑶𝑽𝑬) 𝒀𝑶𝑼 || HusseyzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora