Las luces de la feria comenzaron a atenuarse, indicando que el espectáculo estaba a punto de comenzar.
La multitud se agolpaba cerca del escenario, observando con emoción mientras las últimas bombillas se apagaban por completo, dejando el lugar en penumbra.
En el centro del escenario, unas luces comenzaron a brillar y a moverse rítmicamente al compás de la música, creando figuras que danzaban en la oscuridad y arrancaban exclamaciones de asombro.
Max, en medio de la multitud, miraba distraído el espectáculo hasta que notó un movimiento entre la gente.
Sergio, apartándose de todos y caminando hacia un rincón más apartado, donde las sombras se volvían más densas.
Sin pensarlo mucho, Max decidió seguirlo en silencio para no llamar la atención de Lando, intrigado por lo que Sergio buscaba en medio de la oscuridad y el espectáculo de luces.
Esquivando a las personas y con la vista fija en la figura de Sergio, Max avanzó, tratando de no perderlo de vista mientras las luces de colores seguían bailando en el escenario.
Sergio llegó a una pequeña colina que se alzaba a un lado de la feria, un lugar tranquilo y vacío desde donde podía verse el espectáculo de luces a la distancia, sin el bullicio de la multitud.
Se detuvo en silencio, cruzando los brazos y observando el escenario desde allí, dejando que la calma de la noche y el sonido lejano de la música lo envolvieran.
La brisa suave le daba una sensación de paz, pero de pronto, una voz baja y grave rompió el silencio detrás de él.
—Bonito lugar para esconderse —dijo Max.
Sergio dio un salto, sobresaltado, y se volvió rápidamente, con el corazón latiéndole con fuerza. No esperaba que alguien lo hubiera seguido, mucho menos Max.
—¡Dios! —murmuró Sergio, llevándose una mano al pecho mientras lo miraba, tratando de recuperar el aliento—. ¿Quieres matarme de un susto o qué?
Max sonrió apenas, mirándolo con esa expresión tranquila que a veces podía ser exasperante.
—No te escondes muy bien —respondió, su tono calmado, pero había un brillo curioso en sus ojos, como si quisiera saber más del motivo por el cual Sergio se había alejado de todos.
Ambos se quedaron en silencio, observando las luces danzantes en la distancia.
La música llenaba el aire, pero ahí, en esa pequeña colina, el ambiente era más sereno, casi íntimo.
Sergio miraba el espectáculo sin decir nada, pero de reojo no dejaba de observar a Max, aún intrigado por la elección de su atuendo esa noche.
Finalmente, rompiendo el silencio, Sergio se atrevió a preguntar, con voz baja.
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Más allá del bosque | Chestappen
Fanfiction𝐌𝐀𝐒 𝐀𝐋𝐋𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐁𝐎𝐒𝐐𝐔𝐄 | ❛❛ Río Claro es un pequeño pueblo apartado a las grandes ciudades, un lugar bastante tranquilo para la gente que se quiere desconectar del mundo. La familia de Sergio tiene una linda granja, dónde viven de sus...