𐙚 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐕𝐈𝐈𝐈 𐙚

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Max caminó tranquilamente a la entrada de la granja de los Pérez

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Max caminó tranquilamente a la entrada de la granja de los Pérez. No iba a mentir que se sentía algo nervioso por encontrarse ahí.

Hizo su mano un puño y lo levanto dudando si tocar o no.

—¿Y si me voy?... Aun tengo tiempo —murmuró viendo su camioneta detrás de él.

—¿Ir a dónde?

Max volteó a ver a la entrada rápidamente, encontrándose con la persona menos deseada, incluso prefería toparse con el padre del pecoso en vez de Lewis.

—Lewis, eres tú —dijo Max un tanto molesto — ¿Dónde está Sergio?

—¿Por qué quieres verlo? —preguntó cruzándose de brazos y apoyando su cuerpo en el marco de la puerta.

—¿Te importa? Él me pidió que viniera, solo dime dónde está y deja de hacer drama.

Lewis miro de pies a cabeza a Max, la postura de esta mejoro, sacando algo de pecho y cruzando sus brazos de igual manera, intentando verse aún más intimidante.

Ni hablar de sus ojos, es como si cada vez que se enojara o tomara esa postura se volvían más apagados.

—Claro que me interesa, es mi mejor amigo por si no lo sabes —Lewis levantó su mano dándole un pequeño empujón —. Y tú solo eres un conocido como cualquier otro, respeta tu puesto.

Max se quedó en silencio en el momento que lo empujó, en cambio solo limpio su pecho mirando a dentro de la casa.

—Has lo que quieras, no me interesa lo que hagas, te repito que vine solo porque Sergio me dijo, no te hagas ilusiones que vine a verte a ti.

Lewis frunció el ceño, la actitud del rubio ya le estaba empezando a molestar aún más, no le daba nada de confianza. Al ver que Max intentaba ver dentro de la casa mejoro su postura.

—Mira, no te pases historias con Sergio, él solo está siendo amable contigo.

Max lo miró fijamente, pero antes de poder decir algo, cierto español se asomó por la puerta curioso al escuchar la discusión de ambos.

—¿Max? ¿Lewis? —dijo viendo a cada uno — ¿Todo bien?

—Sí —Max paso su mano por su cuello y sonrió levemente —. Venía a ver a Sergio, si eres tan amable de decirme dónde está.

Carlos miró curioso a Lewis, que solo corrió la mirada. No entendió de inmediato su actitud, hace unos minutos Sergio les comentó que Max iría a verlo.

—Claro, me comentó que vendrías... Sígueme por acá.

Carlos volvió a entrar a la casa dejando atrás a ambos chicos. Max miro de reojos a Lewis y una sonrisa apareció en su rostro.

—Tranquilo, no te quitaré a tu chico —dijo orgulloso dándole la espalda —. Al menos no por ahora.

Lewis abrió los ojos a más no poder, iba a seguir al rubio, pero este cerró la puerta como si de su propia casa se tratase.

Más allá del bosque | Chestappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora