𐙚 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐈 𐙚

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Sergio se encontraba realmente feliz yendo de un lado a otro, buscando semillas, tierras y herramientas para poder cultivar nuevas frutas

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Sergio se encontraba realmente feliz yendo de un lado a otro, buscando semillas, tierras y herramientas para poder cultivar nuevas frutas.

Se agachó con cuidado empezando hacer un pequeño hueco en la tierra. Estuvo metido en su mundo hasta que un mosquito pasó cerca de él.

Rápidamente paso su mano alejando al insecto de él. Su vista fue al bosque encontrándose nuevamente con el hombre extraño.

Dejo de hacer lo que de encontraba haciendo y dió unos pasos para poder verlo mejor. El rubio pasó su brazo por su frente, al parecer quitando el sudor de su frente.

Lo sigue mirando atentamente, viendo las acciones que este hacía. Tomaba un gran montón de leña y las subía a su camioneta con casi ningún esfuerzo.

La parte trasera de la camioneta no estaba completa, así que imagino que estaba ahí hace poco rato.

—Que extraño... ¿Acaso solo vino por leña? —murmuró apoyando sus brazos en la pequeña cerca que había.

Un suspiro escapó de sus labios, sentía demasiada curiosidad por saber quién rayos era. Ver a alguien como él era extraño.

Alto, rubio y de ojos azules, y con ropa que se notaba que era cara, pero no quiso verlo tanto rato cuando se toparon en la tienda.

Siguió mirando al hombre pensativo, hasta que este nuevamente paso su brazo por su frente y volteaba a la dirección de la granja. Sergio se agachó rápidamente soltando un largo suspiro.

—Casi... ¿La gente del pueblo sabrá algo?

Se quedó unos segundos pensativo, ya habían pasado unos días desde que llegó, así que de seguro los del pueblo ya deben saber algo sobre él.

Se dirigió a su casa aún agachado, se sentía bastante avergonzado y no quería que el hombre lo viera.

Entro a su hogar y fue directo a su habitación para poder cambiarse de ropa y buscando algún bolso, no puede salir sin el.

Una vez listo bajo nuevamente y salió de la casa, camino un par de minutos hasta salir por fin a la granja e ir a dirrección al pueblo.

—Ojala encontrarme con algún pueblerino antiguo... Así podría preguntar por la cabaña que mencionó papá —comentó emocionado Sergio acelerando el paso.

Una vez que llegó al pueblo, se dirigió directamente al centro de este, a la gran fuente que era característico, si eres turista si o si debes pasar a esa fuente y dejar tus deseos.

Por suerte al llegar vio a gente que conocía bien y podía establecer una buena conversación. La primera persona que vio fue Lilith, una amable señora que alimentaba a las palomas del lugar.

Se sentó a su lado saludando con su mano, la mujer al notar su presencia le sonrió y lo saludo de igual forma.

—Sergio, ¿cómo estás querido? —preguntó la mujer volviendo a prestarle atención a las aves.

Más allá del bosque | Chestappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora