One Shots : Marvel (1)

"I COULD GET USED TO THIS"

Logan no entiende porqué le amas. Supuso que era porque tu estabas tan rota como lo estaba el y, de alguna manera, si dos personas rotas se unen pueden formar algo como lo que vosotros tenéis. Era un pensamiento demasiado cursi para alguien como el, pero cuando estaba contigo no podía evitar ponerse sentimental. 

Ese día ambos os acurrucasteis en la cama, tu con la cabeza apoyada en su pecho mientras veíais una película. Observabas lo que sucedía en la pantalla, sin prestarle demasiada atención debido a una pregunta que te rondaba la mente. Querías preguntárselo a Logan, pero no sabías se le iba a parecer bien, por lo que optaste por no decir nada.

De pronto, el cogió el mando y paró la película. Agachó la cabeza para mirarte.

-¿Qué pasa? ¿Porqué la paras? -preguntaste, el te miró con fijeza-

-Quieres decir algo -soltó- puedo sentirlo 

Te sonrojaste tímidamente. ¿Tan obvio era? 

-Está bien -cediste- puede que quiera preguntarte una cosa

-Adelante -invitó- sabes que no muerdo -sonrió- a menos que quieras que lo haga

-¡Logan! -dijiste dándole un puñetazo en el brazo a la par que te sonrojabas más- me preguntaba si... bueno... -te trabaste varias veces, realmente te daba mucha vergüenza preguntarle aquello, te sentías ridícula- si me dejarías hacerte trenzas en el pelo

Al principio Logan se sorprende. No sabe cómo tomárselo, pero mirándolo de la manera en la que lo haces con tus enormes y expresivos ojos claros puestos en los suyos le es imposible negarse. 

-De acuerdo princesa -dijo apoyando la cabeza en tu regazo- soy todo tuyo, ya lo sabes

-Lo sé -sonreíste al entender el significado implícito en sus palabras

Te quitaste de la muñeca una de tus gomas para el pelo y cogiste una mata de su pelo entre los dedos. Era fino y suave contra tus dedos. Logan sintió la suavidad de tu tacto y se acomodó más cerca de ti, un movimiento muy típico de los gatos. Comenzaste a entrelazar las hebras de su cabello para formar la trenza haciendo que soltara un ronroneo.

No había duda de que Logan no era más que un gran gato al que le gustaba que lo mimaran. Cuando terminaste te echaste hacia atrás para ver tu obra. 

-¿Ya está? -preguntó, asentiste con la cabeza- ¿Cómo me quedan?

-Bien -admitiste esbozando una sonrisa divertida- aunque mañana tendrás el pelo rizado a la altura de las orejas

-No importa -susurró acercándose para darte un cariñoso beso en los labios- no le digas a nadie lo que ha pasado aquí esta noche -dijo- si Storm se entera de que te he dejado hacerme trenzas, va a estar recordándomelo toda la vida

-De acuerdo -susurraste paseando los dedos por su pelo de nuevo- duerme 

-¿Estás segura? -cuestionó- ¿No prefieres dormir en tu antigua habitación?

Sabía perfectamente porqué lo decía. A pesar del tiempo que llevabais saliendo juntos, a Logan seguía preocupándole cuando sus garras salían a relucir en mitad de la noche debido a sus pesadillas. No quería hacerte daño, ni que tu tuvieras que lidiar con sus problemas.

-No voy a irme a ninguna parte -le aseguraste trazando con los dedos la raíz de su pelo- shh, duerme

-Podría acostumbrarme a esto -admitió esbozando una sonrisa de oreja a oreja-

-Deberías empezar a hacerlo -declaraste con firmeza- porque no tengo pensado separarme de ti

-Está bien saberlo -dijo- te quiero

-Y yo a ti -murmuraste dejando un beso en su frente-