Exclusive (TRADUCIDA)

4: Dangerous Woman

T/N'S POV

— ¡Arriba y a ello! — Escucho el sonido lejano de una voz ronca familiar llamándome. No me muevo, optando por jalar las cobijas más cerca de mí.

Veamos qué tan fácil es fastidiar a Flo esta mañana...

— Por el amor de Dios. ¡Vamos, T/n! — Escucho, mucho más cerca esta vez, justo antes de que un cojín caiga sobre mi cabeza.

Antes de que tenga la oportunidad de retirar el cojín, lo agarro rápidamente con fuerza y, sacando mi otra mano de debajo de las cobijas, tomo el brazo de Florence, jalándola hacia mí antes de que se dé cuenta de lo que pasó.

— ¡T/n, ¿qué mierda?! ¡Déjame ir! — Grita ella. Su protesta no me detiene en lo más mínimo. Simplemente la abrazo y la atraigo hacia mí, sujetándola firmemente a mi lado.

Sacudo la cabeza contra ella, ya riendo — Tengo una mejor idea. Quédate aquí en la cama conmigo — Sugiero, mi voz aún algo ronca y adormilada.

Florence resopla antes de voltear hacia mí — Cariño, aunque me encantaría... y créeme, no tienes idea de cuánto me encantaría... tenemos que levantarnos. Tenemos que salir de la casa en 15 minutos.

Intento sacudir el cabello de mi cara, pero es inútil. Las marañas de cama siempre han estado en mi contra. Siento a Flo reírse de mí, así que la suelto para apartar los mechones de mi rostro. Sin embargo, ella me gana, apartando suavemente mi cabello de mis ojos.

— Ahí está mi chica. Buenos días, querida — Dice suavemente, sus ojos brillantes mirándome.

No puedo evitar la sonrisa que se forma en mi rostro. A pesar de ser una de las personas más apasionadamente expresivas que conozco, la versión suave de Florence siempre será una de mis favoritas. No puedo evitar pensar que es la versión que guarda solo para mí.

— Bueno, ahora definitivamente no me levantaré de esta cama. No cuando me miras así. Quédate conmigo. Aquí mismo — Digo, igualando el tono suave de su expresión.

— T/nnnnnnn... — Florence casi gimotea.

— Mmm. Sí, no. Definitivamente no me levantaré. No con esa mirada y diciéndome mi nombre así — Contesto, acurrucándome en la suave almohada bajo mí. Pero mantengo los ojos abiertos, aún enfocados en Florence. Claramente, está peleando una batalla interna.

Florence se inclina y me da el beso más suave en la frente — Te amo más que a la vida misma, pero estás jugando sucio, cariño. Ahora, ¿qué tengo que hacer para sacarte de esta cama y prepararte? Te daré literalmente lo que quieras — Ofrece.

A ti.

Sacudo la cabeza nuevamente — Sin trato. Todo lo que quiero es quedarme en esta cama contigo. Esa es mi petición — Digo en el tono más formal que puedo.

Florence deja caer la cabeza hacia atrás, claramente perdiendo su batalla interna.

Jaque mate.

— Está bien entonces — Dice finalmente, sus ojos posándose en los míos — Pero, ¿quieres informarle a la abuela de por qué tendrá que encontrar su propio camino desde el aeropuerto, o lo hago yo?

Mis ojos se abren al recordarlo.

¡Oh, demonios! Hoy es el estreno... lo que significa que tenemos que ir a buscar a la abuela... lo que significa... ¡maldición, tengo que levantarme!

Florence se ríe a carcajadas mientras me quito las cobijas y me levanto apresurada — ¿Cuánto tiempo tengo? — Pregunto rápidamente, buscando en mi maleta un atuendo adecuado.