o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
N.d.A: Aviso que este capítulo es extenso, y creo que los siguientes también van a ser un poco más largos que los anteriores. Sólo espero que no lo encuentren tedioso y puedan disfrutarlo. de antemano, gracias, n_n♥
o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
La relación entre Saga y Mu continuó tras resolver las dudas que surgieron entre ellos. Después de su reconciliación, Saga y Mu hablaron por horas respecto a lo que se confesaron y lo que estaba escrito en el diario de Shion. Ambos coincidieron que no estaban haciendo nada malo, ya que Mu había dejado de ser un niño desde hacía tiempo.
A pesar de que trataban de que sus encuentros fueran en secreto y de que frente a los demás disimulaban lo mejor que podían, los rumores no se hicieron esperar y de que el resto de los Caballeros Dorados, o sospechaban o sabían que Mu y Saga estaban en una relación. Sin embargo, optaron por fingir ignorancia y guardar silencio ya que no lo aprobaban debido a que seguían creyendo que Saga no se merecía el puesto de Patriarca y de que era hasta imprudente y aberrante que se relacionara con el discípulo de Shion.
Saga se percató de la manera en que los Caballeros actuaban cada que los convocaba. Podía sentir las miradas acusadoras hacia él y de incredulidad hacia Mu. Tras tomar una decisión y acuerdo, Saga le pidió a Mu que ya no se presente a la gran sala para evitar que siguieran los rumores, excepto cuando regrese de Star Hill, y sólo se verían y se reunirían en la Casa de Géminis o de Aries por las noches. Así lo habían hecho en los últimos tres meses.
En una de esas ocasiones en que Saga tuvo que ir a Star Hill, Mu fue a pasear al pueblo. Iba solo ya que no se había animado a hablar con Shaka y ni siquiera quiso intentar buscar a Afrodita. Ocasionalmente habla con Aldebarán y Aioria, pero con el resto, sentía una especie de "rechazo". Al ir caminando por las calles del pueblo, Mu se encontró con quien menos se imaginó ver.
- Mu... -dijo en voz baja Afrodita
Sin dudar, el joven guardián dio media vuelta para no estar cerca de su compañero.
- ¡Oye, espera! –dijo a la vez que lo alcanzaba y frenaba- No quiero que te vayas así.
- No tengo nada que hablar contigo, Afrodita.
Soltando un ligero resoplido, el joven dijo:
- De nuevo estás hablando y actuando como tu guardián, y eso no me gusta.
Con un aire de enfado, Mu preguntó:
- ¿Qué es lo que quieres?
Sin soltar su brazo, el peliceleste respondió:
- Vayamos a un lugar más tranquilo. Aunque no quieras hablar, quiero que me escuches.
Al tiempo que soltaba un forzado suspiro, Mu dijo:
- Sin trucos, Afrodita.
Ambos jóvenes terminaron en la entrada de las ruinas del Santuario. Mientras que Mu se mantuvo de pie a unos pasos de Afrodita, éste optó por recargarse en una de las columnas caídas.
- Quiero empezar disculpándome por la manera en que te hablé y lo que te dije de tu maestro.
Un tanto escéptico, Mu preguntó:
- ¿Por qué ese cambio de parecer?
- Shura me hizo ver que no fue la manera correcta.
ESTÁS LEYENDO
Una Vida Amándote
Fanfiction¿Es posible amar a alguien desde la niñez? ¿Cuándo es el momento indicado para decir si es amor o no? ¿Cómo puede uno saberlo? La vida de Mu, no sólo se basará en conocimiento, preparación y entrenamiento como guardián del primer templo, sino de con...