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N.d.A: Este capítulo tiene mucho texto y no tiene continuidad con el anterior, ya que es el primero de tres partes en donde se tratará de aclarar ciertos asuntos que quedaron pendientes.
Espero que sea de su agrado. No se preocupen, la historia principal continuará al concluir estas Verdades.
El buzón de quejas está al final, XD.
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Un niño de cabellos y ojos celestes, de apenas seis años recién cumplidos, llegó al Santuario acompañado del Patriarca Shion, quien le dijo que ese sería su nuevo hogar y lugar de entrenamiento. El niño no le agradaba la idea de entrenar para pelear, sin embargo, el Patriarca le explicó que era importante el entrenamiento para poder controlar y saber usar todo ese poder del Cosmos que se encuentra dentro de él.
Al presentarlo ante sus compañeros, Saga y Aioros se sorprendieron de notar lo pequeño y frágil que se miraba el recién llegado niño quien, tímidamente, mantenía la vista baja. Otros dos niños de siete y seis años se acercaron hacia su nuevo compañero.
- ¿Cómo te llamas? –preguntó el niño de siete años y cabellos negros
Sin levantar la vista, el niño peliceleste respondió:
- Afrodita...
Curioso, el niño de seis años, de cabellos azules y alborotados, dijo entre risas:
- Es una niña, y muy bonita.
Enojado, Afrodita respondió casi gritando y al punto del llanto:
- ¡Soy un niño! No te burles de mí.
- ¡Qué sensible!
Evitando que surgiera una pelea entre los niños Aioros intervino antes que el Patriarca.
- Tranquilos, tranquilos, no hay por que pelear. –mirando a Shion, el joven de once años dijo- Yo me hago cargo de él, gran Patriarca.
- Te lo agradezco, Aioros. Saga, sigue vigilando que los otros dos completen su entrenamiento.
- Sí, gran Patriarca. –respondió el joven de doce años- Shura, DM, andando.
- Quería seguir hablando con la niña.
- Ya basta. –ordenó Saga
Al tiempo que veía a sus compañeros alejarse, Aioros volteó a ver al niño quien aguantaba las ganas de llorar por la manera en que el niño peliazul lo llamó. Sonriendo levemente, el joven dijo al tiempo que tomaba la mano del niño:
- Ven, Afrodita. Te mostraré el Santuario.
- Te lo encargo, Aioros. –dijo Shion, agregó- Él será el futuro guardián del duodécimo templo. El Caballero de Piscis.
- ¿El Caballero de Piscis? –preguntó sorprendido el joven. Volteando a ver al niño, le dijo con una sonrisa- Hay mucho de que hablar, Afrodita.
- ¿Me convertiré en Caballero? –preguntó inocentemente el niño
- Sí, y serás nuestro compañero. Andando, te mostraré el lugar.
Pasado unos meses, la adaptación al lugar y el entrenamiento físico fue un tanto complicando un poco a Afrodita. Sin embargo, siempre recibía el apoyo de Aioros y del niño pelinegro llamado Shura. Mientras que el niño italiano de alborotados cabellos azules, siempre buscaba la manera de llamar su atención y hacerlo reír.
El problema residía cuando tenía que entrenar con Saga. El joven era estricto, un tanto severo y rígido. En definitiva, a Afrodita no le agradaba entrenar con él.
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Una Vida Amándote
Fanfiction¿Es posible amar a alguien desde la niñez? ¿Cuándo es el momento indicado para decir si es amor o no? ¿Cómo puede uno saberlo? La vida de Mu, no sólo se basará en conocimiento, preparación y entrenamiento como guardián del primer templo, sino de con...
