Capítulo XV Corazón de Cristal

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N.d.A: Aviso de mucho texto. Este capítulo está un tanto largo. Sólo espero que sea de vuestro agrado... Espero n_ñU

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Dos horas después del amanecer, Saga regresó al recinto tras pasar la noche con Mu, no sin antes, prometiendo que, después de encargarse de unos deberes, en tres días se irían a pasar la semana juntos e irían a Jamir. El joven ariano estaba ansioso porque transcurrieran esos días para estar con Saga.


A media mañana, Mu se encontraba en el mercado del pueblo. Acababa de comprar un poco de comida. Estaba feliz por el viaje que haría y que volvería a ver a Kiki, ya había transcurrido casi un año desde que lo dejó con la señora en aquella posada a las afueras de Jamir. Era una excelente oportunidad de traerlo al Santuario para seguir entrenándolo.

Estaba un tanto sumergido en sus pensamientos, que Mu apenas y se percató cuando alguien lo tomó de su brazo y lo llevó a uno de los callejones. Escuchó:

- No deberías andar con la guardia baja, porselánino.

Al reconocer la voz y la manera en que lo llamaron, Mu no pudo evitar alegrarse:

- Kanon.

- Tiempo sin verte, porselánino.

Evitando verlo directamente a los ojos, el ariano respingó un poco:

- Y tú sigues llamándome de esa manera...

Kanon alzó una ceja al notar que el pelilila no lo estaba mirando del todo. Haciendo un intento por hacer contacto visual con el joven, se percató que éste se ruborizó. Sin ningún tipo de tacto, preguntó:

- ¿Te follaste a mi hermano?

Mu se avergonzó por la pregunta. Mirando de frente al gemelo, respondió casi gritando:

- ¡No pienso decirte nada!

- Entonces, sí lo hiciste.

Desviando de nuevo la vista, Mu dijo:

- No deberías andar preguntando eso. No está bien.

- Mu...

El joven volteó sorprendido hacia Kanon tras escuchar que lo llamó por su nombre, sólo para recibir un ligero golpe entre sus tilaks. Escuchó:

- Veo que mi hermano te pegó lo idiota. Estás muy distraído. –al tiempo que se recargaba en una pared y cruzaba sus brazos, el griego agregó- Aunque no niego que me alegra saber que ya arreglaron sus cosas.

- Vaya manera de demostrarlo... -dijo el pelilila al tiempo que se frotaba su frente

Riendo un poco, el gemelo dijo:

- ¡Oh, vamos, no te enojes! Por cierto, hay una cosa que quiero platicarte.

Mu bajó su mano para mirar a Kanon quien sonreía discretamente. Éste dijo:

- Hace unos días, Saga habló conmigo. Me dijo que, después de atender unos asuntos, vería la manera de que ocupe su puesto como el guardián del tercer templo.

Asombrado, el ariano preguntó:

- ¿Serás el Caballero de Géminis?

Encogiendo un poco los hombros, Kanon aclaró:

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