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Un diavolo scaccia un altro diavolo.

[Un diablo expulsa a otro diablo]

Y eso era Jungkook para Jimin, un maldito diablo y si el debía convertirse en algo peor que eso lo haría solo para poder ver a su contrario pudrirse.

Era por decirlo así su primer día de clases llego como siempre muy temprano, llego al salón que le tocaba siendo como siempre el primero.

Se sentó en uno de los asientos del medio mientras espero pacientemente a que llegará cada alumno siendo observado y admirado por cualquiera que entrará a aquel lugar, pero aun así el se mantenía sin expresión alguna.

La clase inicio, participó, fue felicitado y admirado, todo era muy básico y es que incluso en vacaciones se esforzó por aprender la mayor parte del contenido que verían en este segundo semestre.

Al terminar la clase salió del aula y se dirigió a los baños se puso de pie frente al espejo y vio su retrato propio, se quedó así por unos diez minutos sin importarle que algunos estudiantes ingresaban y salían viéndolo raro, de un momento a otro empezó a reírse y a reírse al punto de soltar carcajadas y entonces se agacho sobre sus rodillas, tapo su rostro con sus mano y de la nada ya no era risa si no llanto.

Duro en un constante llanto por cinco minutos, luego se levantó en total silencio lavo su rostro y volvió ver su reflejo dio una sonrisa ladina para ahora si salir del lugar e ir a su siguiente clase.

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El día para Jeon no había iniciado de la mejor manera ya que primero su alarma no sono así que todo fue un caos además de pelear con Tae por no levantarlo y que este se defendiera argumentando qué lo vio tan tranquilo y en paz durmiendo qué no fue capaz de despertarlo.

Parecía que hoy sería el peor día de todos, tuvo que bañarse a todo dar, eligió un outfit demasiado básico un jean negro un poco holgado, una camisa negra con una sudadera del mismo color y unos zapatos también del mismo color, su desayuno fue un cereal en barra con un jugo en caja un odioso y miserable cereal en barra con un jugo en caja, ¿como podría eso llamarse desayuno?.

Salió rápido de su apartamento sin siquiera esperar a Tae el cual estaba muy relajado y hoy tendría que irse en taxi porque Jeon no estaba dispuesto a esperarlo.

Para su mala suerte habían descontinuado los elabadores para el mantenimiento mensual así que tuvo que correr por las escaleras, al llegar al parqueadero había una turbo inrrumpiendo el paso al parecer en Huelga contra el dueño del edificio por haberlo sacado a patadas.

Jungkook iba a colapsar.

Pasaron unos diez minutos cuando la policía llegó y calmo la situación, al menos tenía un buen coche así que este no puso problema por nada.

Como siempre al no tener tiempo se salto algunos semáforos, casi arrolló a un repartidor y para colmo le dieron una multa ya que al ser estudiante no le quitaron el carro.

¿Que más le podría salir mal?

Al llegar a la universidad su maestro no lo dejó ingresar a clase ya que desde el primer semestre se había caracterizado por su impuntualidad y ya no estaba dispuesto a pasarlo por alto así que sus primeras horas de clase las tuvo que pasar sentado en una banca, aunque el ser tan guapo hacia que algunas chicas se acercaran y le hicieran platica por un rato pero el estaba fuera de sí, solo estaba pensado en si ese día lleno de afanes y problemas se llegaría a topar con el peli-rosa y si, se sentía estúpido al pensar en el más bajo pero por alguna razón deseaba verlo aunque fuera de lejos.

Se sentía impotente al querer inconscientemente al peli-rosa cerca ya que antes no más pensar en el le causaba náuseas.

Escucho la campana y porfín respiro con tranquilidad al saber que ahora si podría ingresar a su clase, se dirigió a su aula y por primera vez no se quedó dormido en el área de cálculo, pero de la nada unas inmensas ganas de ir al baño llegaron a el.

Maldición 🩸 ; Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora