¡No vamos a trabajar juntos!

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Pov en tercera persona

Era un día tranquilo en el edificio de Bonten, todo era como de costumbre: disparos, torturas, limpieza de los hombres muertos y las charlas entre los ejecutivos obviamente...o por lo menos así fué hasta que...

-¡YO NO VOY A TRABAJAR CON ESTE LADRÓN MUJERIEGO!- se opuso rotundamente la joven mujer sin vacilación, mostramdo así su claro descontento delante de su jefe quien la había puesto a trabajar junto a un compañero.

-¡Yo tampoco voy a trabajar con esta amargada!- se quejó el pelirosa sin pensar dos vecds en las consecuencias que sus afirmaciones traería.

- ¿Perdón?- preguntó la pelinegra con incredulidad e indignación apenas las palabras dichas por el hombre llegaron a sus oídos, no podía creer lo que él pensara sobre ella pero tampoco estaba sorprendida, siempre era alguien desagradable.

-Perdonada.- respondió él con una sonrisa orgullosa sabiendo que la mujer se estaba enojando lo cual solo indicaba que había logrado su objetivo aunque su sonrisa no duró mucho y pudo ver como ella le lanzó un estilete con fuerza y una velocidad única. -Joder mujer, tampoco te pases. Solo te rompí un estilete y fué un error.- se excusó él en un intento de salvar su vida y por instinto su mano deslizó donde tenía guardada su katana.

En cuestión de segundos ambos estaban apuntándose con sus respectivas armas blancas y nadie parecía estar dispuesto a dejar su vida al destino, tal vez por su terquedad. Aunque algo los hizo volver a la realidad y fué un suspiro de cansancio por parte de su jefe por lo cual ambos hicieron una reverencia en señal de disculpa aunque seguían peleando pero esta vez empujándose de un lado para otro como dos niños.

-¡¿Sanzu carajo, donde está mi móvil?!- preguntó ella con enojo y apretando los puños en un intento de golpear a Sanzu con sus puñetazos pero el idiota era demasiado alto.

-¡Jaja, eres patética. Te ves como una enana, ahora veré como me tienes agregado.- se burló el hombre revisando los contactos agendados de la mujer mientras él la retenía con una mano en la cara para que no pudiera alcanzar su teléfono. Deslizó por la pantalla hasta que encontró el suyo, se sintió profundamente ofendido pero no pudo evitar esbozar una sonrisa divertida al ver el nombre: "El drogado mujeriego🙄"

-¿Que es esto?- preguntó con audacia mirando a la pequeña mujer que seguía intentando agarrar su teléfono.

-Eres tú.- respondió ella con seriedad y cierto fastidio aunque al final, saltando, pudo volver a agarrar su teléfono y tenerlo entre las manos.

-Basta los dos.- avisó Mikey con fastidio al ver sus dos ejecutivos más peligrosos pelear por cada estupidez que se le ocurría, sabía el motivo pero necesitaba darle tiempo a ambos para que se acostumbren a sus nuevas facetas. -(En realidad los mando a ambos juntos en esta misión para que no sean un dolor en el trasero como siempre)- pensó el jefe aunque no les podía decir eso a ambos hasta que se le ocurrió una excusa convincente.

-Los mando a ambos juntos porque hacen un buen equipo.- dijo él sonando 100% convincente y lo afirmó cuando ambos ejecutivos asintieron en comprensión aunque podía ver como ellos se lanzaban miradas asesinas. No queriendo más discusiones en su oficina los mandó afuera sin explicación.

-Es tu culpa.- protestó ella apuntando al hombre alto con el dedo índice de manera acusatoria. -(Maldito idiota...me vengaré, no entiendo porque me sigue molestando.)- pensó ella sobándose la cabeza con cierto fastidio aunque su expresión había vuelto a ser fría, como de costumbre, mientras caminaba siguiéndole el paso al hombre. Sus pasos resonaban por el pasillo vacío y silencioso.

-¿Acaso no te agrada la idea de matar a unos traidores?- preguntó él con una sonrisa psicópata y sádica, disfrutaba cuando necesitaba matar a alguien para "su rey". -(Joder, la quiero hacer enojar más, se ve sexy hasta cuando tira su estilete.)- pensó el hombre sabiendo que la mujer que tenía al lado no era tan fácil de conquistar y mucho menos de dominar a pesar de conocerla mejor que nadie, le encantaba cuán había cambiado.

"Creo que me robó el corazón pero de manera menos usual, me abrió él pecho para extraer mi corazón directamente. Maldita asesina, ¿Aiko, porque debes ser tan sexy?"

Only YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora