Las consecuencias.

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Sanzu pov.

En ese breve instante mis peores pesadillas y temores se hicieron realidad.

Asistí a como la bala penetraba en su rosada, suave y delicada piel, atravesaba su dulce y frágil figura con una potencia y velocidad que aunque quisiera no podía detenerla, sus rodillas se doblaron un poco ante el impacto de la bala.

Por un momento pensé que era una alucinación y una mala jugada de las drogas que consumo diariamente, pero lamentablemente no fué así. Lo que ví fué realidad y lo descubrí cuando iba a darle la espalda pero ella se agachó un poco por el dolor causado por la bala.

Mis ojos se abrieron como platos y dejé caer la pistola que estaba empuñando, salí de mi escondite con una mezcla de amargura, tristeza y rabia que probaba en mi interior.

Nunca me había sentido tan mierda en mi vida, ni siquiera cuando la dejé.

Quería morir y escaparme para alejarme de ella por una buena vez pero al mismo tiempo tampoco quería dejarla sufrir sola las consecuencias de mis tontas acciones.

Pensé que se iba a desplomar en el suelo pero la ví luchar contra el dolor de la bala para mantenerse parada aunque solo logró encogerse un poco y agacharse, yo me quedé mirando desde la distancia como un idiota que no podía hacer nada más que arrepentirse.

Apreté los dientes con fuerza y dí un paso hacia ella en el intento de acercarme pero solo logré ver con más claridad la herida de la bala en su pierna y como el líquido rojo rodeaba la pierna para luego caer al suelo.

No pude más, mis piernas cedieron y dejé caer mi peso encima de ella, sobre su pequeña y lastimada figura.

—L-lo siento…— dije con voz entrecortada y rota, sabía que tal vez nunca me perdonaría.

Yo no la merezco…

Pero me sorprendió como ella no hizo nada que invadiera mi espacio personal y solo elevó las comisuras de sus labios como si fuera a sonreír para tranquilizarme aunque yo respondí a ese gesto hundiendo mi rostro en el hueco entre su cuello y hombro, aspirando su perfume como si fuera una droga.

Mis manos se aferraron fuertemente a su vestido largo negro, estaba buscando consuelo.

No podía contener mis emociones, no trás lo que le había hecho.

Sentí sus dedos suaves, finos y cálidos pasando por mi cabello rosado. Mi vista se volvió borrosa al instante, ni siquiera sabía el motivo pero luego llevé mis manos a los ojos y descubrí que estaba llorando.

¿Yo? ¿Llorando?

Definitivamente no puedo contener mis emociones por más tiempo y eso lo detesto porque me hace ver débil.

Pero…

Tengo miedo.

Mis manos se aferran siempre más a su vestido y ella solo me deja estar a su lado.

Pese a que acabo de intentar matarla aunque se ve tranquila como siempre.

El lugar está sumergido en un silencio pero no es incómodo, es un silencio calmado, tranquilo y hasta agradable que solo viene interrumpido por las gotas de sangre que no tardaron en formar pequeños charcos en el suelo blanco que se iba tiñendo de un rojo oscuro.

Los segundos se convirtieron en minutos pero ella no dejaba de sangrar aunque se veía bien y para nada afectada por la pérdida de sangre.

Es realmente impresionante.

Mikey pov.

Mis sospechas, de que algo mal iba a pasar, cuando oí el claro ruido de un disparo que provenía de un piso más bajo del que me encontraba.

Afortunadamente los demás ejecutivos estaban centrados en lo suyo que no hicieron caso ni siquiera cuando los dejé y salí lo más rápido que pude de la sala de reuniones para dirigirme hacia donde provenía el disparo. Fué difícil encontrar el lugar exacto, pues el edificio de Bonten es muy amplio, mientras los buscaba mi mente elaboraba a gran velocidad los posibles escenarios a los que me iba a enfrentar.

Sabía que no debía dejar a Sanzu ir trás Aiko, pero joder, esperaba que respetara mi jodida decisión de confiar en ella y se me olvidó que es un maldito terco que piensa con el trasero en vez que con la cabeza.

Cuando llego al piso correcto camino por los pasillos apresuradamente, como si estuvieran persiguiéndome pero en realidad solo tengo el temor de no encontrar a uno de ambos vivos, ambos están inestables y son muy testarudos cuando se lo proponen a la vez de ser muy letales y agresivos cuando se enojan.

Estoy caminando y mirando a todos lados posibles que estén y justo paso al lado del lugar donde ellos se encuentran, los miro con el rabillo del ojo y no creo en lo que está delante mío. Aiko le está cubriendo la cara a Sanzu para que yo no vea que está llorando, ella tiene una herida de bala en la pierna pero no veo que le afecta de ninguna manera mientras que Sanzu solo se aferra a ella como si fuera a desvanecerse.

“¿Se están abrazando?” No puedo evitar preguntarme a mí mismo pero sé que tal vez necesiten privacidad aunque yo necesito hablar con ellos también.

—Necesitamos hablar luego, los espero en mi oficina.— dije con firmeza y dándoles la espalda para alejarme de ellos.

Only YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora