Al llegar a la casa de mi padre mi garganta se cierra con fuerza dejándome sin respiración. Camino un paso adelante viendo como el taxi que me trajo arranca yendo calle arriba. Mis pasos son lentos y pausados, es como caminar en tierra mojada, con miedo a hundir el pie en el barro, la diferencia es que la tierra esta perfecta con sus plantas vivas y camino así por el solo hecho de estar asustada.
La presión de venir hoy es tremenda, pero le prometí a papá que vendría y simplemente yo lo extrañaba mucho. Así que...aquí estoy, otra vez en el lugar del que hace años salí corriendo. Un lugar al que sentía como mi hogar cuando tenia trece, uno que se convirtió en mi refugio de salvación al cumplir los catorce, un lugar que me fue destruyendo un mes antes de cumplir los quince.
Este lugar esta lleno de recuerdos rotos, vacíos...recuerdos que se quedaron encerrados aquí, sin que nadie los deje salir a la superficie. Los recuerdos que antes me hacían querer mas ahora están muertos para mi, son recuerdos amargos que no quiero recordar nunca jamas pero que a la misma vez no quiero olvidar, pues ellos me enseñaron a no entregar todo de mi. No cuando lo que entrego me estirado de vuelta en la cara.
Respiro hondo y decidida corro a la puerta. Se siente extraño volver después de tanto, pero sabia muy dentro de mi que este día llegaría. Toco el timbre que suena en toda la casa, sonrió con nostalgia al acordarme cada vez que tocaban el alegre timbre, yo era la primera en correr para ver quien era el que tocaba.
—¡Winnie!
Mi sonrisa artificial se extiende por toda mi cara al ver que del otro lado de la puerta se encuentra María. Ella se ve como la recordaba, su cabello negro rizado esta en un moño desordenado con algunas canas, sus ojos cálidos no han cambiado nada, siguen dándome una mirada de puro gozo al verme. Y sin darme cuenta mi sonrisa forzada ahora es una de pura alegría al ver a mi madrastra. La mujer que logro que mi padre vuelva a ser nuevamente feliz.
—Hola María.—Me toma del brazo llevando mi cuerpo para adentro.
—Cariño es tan bueno verte de nuevo...
En segundos estoy envuelta en un gran abrazo de oso de su parte y se lo devuelvo con las mismas ganas y fuerzas. En verdad extrañe mucho a esta mujer.
Mis ojos se sienten irritados y una carga de emociones me sobresalta rompiendo mi auto control al romper en llanto.
—Shhh no hay porque llorar cariño.
Sorbo mis mocos como cuando tenia cinco años, pero de verdad me da igual,estoy sorprendentemente contenta de ver una cara familiar en tanto tiempo.
—¿Por qué en el mundo mis dos mujeres lloran?
Sollozo con ganas cuando escucho la estridente vos de mi papá, eso me rompe en pedazos y toda la carga de emociones me vence por competo.Soltando a María corro a los brazos de mi querido papá y lloro en su pecho. Mis brazos lo abrazan con fuerza mientras lloro por todo este tiempo que no estuve con él al saber que me quería ver.
—No llores bebé.
—Te extrañe tanto...—Mi voz entrecortada por el llanto.
—Lo se, también te extrañamos mucho Winnie.
Me alejo limpiando mi cara y todo rastro de lágrimas en ella.
—Ahora...—María mira a la puerta de la cocina rápidamente antes de mirarme de nuevo—Tienes que descansar corazón, debes de estar muy cansada.
Y tiene razón, muero por un a ducha para después dormir un poco antes de la cena. Asiento mientras mi papá toma mi maleta y camina escaleras arriba.
ESTÁS LEYENDO
¿Me enamore de mi hermanastro? Daiana .B. Caravallo
RomantizmSinopsis La primera vez que se vieron las caras, fue cuando Winnie tenia catorce años, jamas olvidaría esa noche en la que su padre se sentó junto a ella y le contó que ,por fin, después de dos años de la muerte de su hermosa y cariñosa madre, ella...