BETRAYAL (Zoro x Sanji)

Memories 4

—De nuevo fumando? —cuestionó Zoro, viendo de reojo a su rubia pareja disfrutar cada calada de su largo cigarro.

—Han sido días difíciles. El estrés de los exámenes, la graduación...

—Vas a morir joven.

—No quiero escuchar eso de alguien que bebe la cerveza como si fuera agua.

—Touché.

Los pares de ojos se posaron en el cielo azul y la brisa fresca del otoño danzó entre sus cabellos. La vista desde el balcón de casa de Sanji era agradable y serena

—Por cierto, ¿qué vas a hacer luego de graduarte?

—Ah, me iré a estudiar cocina a Europa —comentó Sanji con simpleza, dejando escapar el humo de sus labios—. Serán unos 3 o 4 años.

Los ojos de Zoro parecieron salirse de sus cuencas y su rostro se contrajo en una mueca de asombro, pasando desde la tristeza y confusión hasta el enojo.

—¿Qué dijiste? —preguntó atónito, batallando por sacar las palabras de su garganta—. ¿Te vas?

—Sí...

—¿Por qué mierda no me lo dijiste? ¿Qué va a pasar con nosotros?

—Está bien, no va a pasar nada.

—No lo tomes tan a la ligera. ¿Cómo puedes estar tan seguro?

—Porque es broma... —canturreó divertido enseñando su lengua, riendo cuál pequeño diablillo, sacando un bufido cabreado del peliverde.

—¿Es enserio? Maldición, no juegues con esas cosas, idiota.

—Jajaja, lo siento, lo siento. Me la debías por lo de la otra vez.

—No te rías, no es gracioso.

—Relájate, ya dije que lo siento —se excusó Sanji recostándose a su lado y besando su mejilla—. ¿Me perdonas?

Zoro lo miró con seriedad, pero fue imposible controlarse ante aquellos luceros. Que fácil lo dominaba con una mirada.

—Solo por esta vez. —Lo escuchó reír por lo bajo y supo que lo consentía demasiado—. ¿Y bien, qué es lo que vas a hacer?

—Iré a un instituto culinario en Liberty Street. Aún si quisiera estudiar en el extranjero no tengo dinero y aunque Judge me lo diera tampoco se lo recibiría. Mucho menos agobiaría al anciano con eso.

—¿Estarás bien estudiando ahí?

—Sí, es una buena escuela. Podré especializarme en otras cosas cuando empiece a trabajar. ¿Tú qué harás?

—Quiero estudiar Negocios en la Universidad de Nueva York.

—Vaya —silbó impresionado—. Sí que vas por lo alto. Escuché que es difícil entrar ahí.

—Sí, mi madre estudió allí, ¿sabes? Conoció a mi padre mientras hacía su maestría; es lo poco que me queda de ella. Mi padre nunca le perdonó que dejara su carrera de lado para criarme, así que se deshizo de todo cuando murió; incluso de sus fotografías.

—Un padre digno de admirar —replicó el rubio con sarcasmo entornando los ojos—. Él y Judge se llevarían de maravilla.

—Sí, por eso él quería que estudiara en la Universidad de Columbia para que no me desviara como ella, pero mírame: gay, estudiando en su alma mater y sin pizca de interés en dirigir el negocio familiar.

—Jajaja, se lo merece por desgraciado.

—¿Verdad? Haré todo lo posible por quedar allí.

—Estoy seguro de que lo lograrás. Aunque será difícil acostumbrarse —confesó Sanji con pesar apoyando los brazos en el balcón para mirar el atardecer—, ya no podremos estar juntos como ahora.

—Podremos si vivimos juntos. ¿Qué dices?

Sanji se giró a verlo con asombro creyendo que era una broma, no obstante, la determinación en su mirada lo hizo reír de felicidad. Dio un salto lanzándose a sus brazos, buscando besar sus labios con emoción.

—¡Te estabas demorando en sugerirlo, estúpido Marimo!