EL BAILE
Lyra
El salón principal del castillo está lleno de luces titilantes y murmullos emocionados. Las máscaras esconden las caras, pero no los gestos. Puedes sentir la expectativa en el aire, como si todos los presentes esperaran que algo grandioso suceda esta noche. Observo desde un rincón, mis dedos juguetean con el borde de mi máscara dorada, tallada con delicadeza. Desde niña he asistido a estos eventos, y aunque disfruto de la música y la danza, lo que más me interesa son los pequeños destellos de poder que se deslizan entre las conversaciones de la nobleza.
La primera danza de la noche, como la tradición dicta, será con mi padre, el rey Perceval. Aun con su máscara de oro brillante, reconozco su porte altivo y la forma en que sus ojos me miran con orgullo. Me acerco a él cuando la orquesta inicia una melodía suave.
—Estás hermosa esta noche, hija —me dice, tomando mi mano.
—Gracias, señor —respondo sin una sonrisa, guardando mis malos gestos en mi hígado—. Aunque la belleza no es lo que debería importarme más.
El rey suelta una leve risa mientras guía nuestros pasos en la pista de baile. Nos movemos al ritmo de la música, y por un momento, soy solo una hija bailando con su padre, olvidando las miradas que nos observan. Tal vez esas miradas se deban a la masacre de hace unas semanas por parte del rey, quien su pueblo alega sádico y narcisista o de los cercanos que saben lo mala que es mi relación y mi discordancia con sus reglas absurdas. Aunque muchos lo siguen, otros lo repudian. Y parte de esos son los que miran ahora.
Pero el baile termina, y con él, las miradas de sed de venganza. Sé lo que vendrá: los nobles que esperan ansiosos una oportunidad de bailar con la princesa.
El primero en acercarse es el duque Clan Graham, un hombre de unos treinta años con una sonrisa forzada y demasiada confianza. Apenas hemos dado unos pasos cuando empieza su charla ensayada.
—Princesa, debo decir que es raro ver a una mujer tan... inteligente en estos tiempos —dice, intentando que su tono suene halagador, pero fallando miserablemente.
—Oh, ¿raro? —respondo, arqueando una ceja detrás de mi máscara—. Pensé que era raro ver hombres que aún se sorprenden por la inteligencia de una mujer.
El duque ríe cordialmente, aunque puedo ver que mi respuesta lo incomoda. Continúa hablando de sus tierras y logros, pero me resulta fácil desconectarme de la conversación mientras nuestros pies siguen el compás de la música. El baile termina, y él me deja con una inclinación educada.
Y así continúa la velada. Cada noble que se acerca parece más interesado en sí mismo que en mí. Uno me habla de su fortuna, como si eso fuera lo único que pudiera interesarme. Otro hace un comentario torpe sobre cómo "una mujer de mi linaje debería pensar en un matrimonio adecuado". A cada uno respondo con la misma gracia que me enseñaron, pero dejando claro que no me impresionan ni su riqueza ni su actitud condescendiente.
—¿No se cansa de bailar, princesa? —me pregunta Lord Reay, uno de los más insistentes.
—No, lo que me cansa es escuchar las mismas preguntas repetidas de diferentes bocas —le respondo suavemente, sin perder la sonrisa.
Finalmente, después de muchas pisadas torpes y conversaciones vacías, estoy lista para retirarme cuando lo veo. No es alguien que hubiera notado antes, lo cual ya lo hace destacar entre los rostros familiares de la corte. Es más alto que la mayoría, con el cabello negro que cae desordenado sobre su frente. Sus ojos, grises y penetrantes, me observan desde detrás de una máscara simple, negra como la noche.

ESTÁS LEYENDO
Cautivos Entre Espadas y Espinas
Jugendliteratur˚⊱Cautivos Entre Espadas Y Espinas⊰˚ .ೃ࿔Dedicatoria*:・ Para ti, que no odias a los humanos. Solo crees que eres difícil de amar..ೃ࿔ . . . . ˗ˏˋ ♡ #darkromancebooks ˎˊ˗ ˚˖𓍢ִִ˚🍁ֶָ֢ ⋅ ﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌ ﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌﹌ #dark #wattpadbooks...