Cap 10

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-y así es como la literatura influye aveces- hablo la maestra.

Estaba aburrida escuchando la clase, ¿esta maestra no se cansaba de hablar? Supuse que todos estaban aburridos porque nisiquiera estaban prestando atención.

-Jennie- escuche un susurro llamandome y claro que era Lisa.

-callate Lisa si no...- la voz de la maestra me interrumpió.

-ustedes dos dejen de hablar- dijo la maestra enojada así que solo me obligue a guardar silencio mientras todos nos miraban. -usted como siempre señorita Lisa- la maestra señalo a Lisa con la tiza que tenia en la mano.

Según lo que había escuchado era que esta profesora era demasiado enojona, hasta me recuerda ala tronchatoros en fin.

-si, ¿hay un problema?- todos se sorprendieron incluido yo.

-con qué contestona señorita Manobal- Estaba deseando ver la cara de Lisa para ver su expresión. -de pie- escuche los zapatos de Lisa tocar el suelo.

Creo que estaba más asusta yo que todos.

-¿qué quiere?- dijo Lisa al ver que la maestra no relataba nada.

-sabes que quiero- la maestra se acercó a  pasos lentos, una vez estaba cerca de Lisa la vio de pies a cabeza -te quiero en mi oficina alas once- todos hicieron una cara de confusión.

Al parecer yo era la única que se había dado cuenta de las intensiones qué tenía, no era una maestra mayor al contrario era joven y guapa, pero gruñona. Pensar eso me hizo enfadar un poco, espera... ¡Que! ¡¡Estaba celosa!! No, no, solo eran imaginaciones mías.

Que horror.

El timbre no tardó en sonar y la maestra se retiró incluido todos menos yo y Lisa.

-¿qué creés que quiera esa maestra?- dijo Lisa acercándose a mi, lo sabía, ella sabía que estaba enfadada, quizás porque no podía disimular cuando estaba enojada.

-tú amigo- dije volteando la mirada hacia otro lado sin ver a Lisa.

-¿tú crees?- dijo Lisa riendo ¿¡se estaba burlando de mi!?

-no te la iras a follar después de hacerlo conmigo, ¿cierto?- dije con ciertos celos y duda.

-claro que no- dijo Lisa y eso me hizo despreocuparme un poco. -tomaré un descanso-.

Mire a Lisa con cierto enfado.

-¿¡pero que te pasas!?- ella solo rio y levantó sus hombros, -entonces no me busques más- mire a Lisa fríamente y me di la vuelta para salir.

Quería hacerme la enojada pero más que enojada estaba triste...

¿Por qué Lisa me había dicho eso? ¿Estaba bromeando? Mi mente daba vueltas.

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La chica nuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora