LVII

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Dime pequeño, si al despertar mañana aún estaré aferrada a tu espalda, si al abrir mis ojos veré nuestras manos entrelazadas...
Júrame que mañana nuestras respiraciones bailarán la misma canción.
Dime qué vas a sonreír si te acaricio dormido, si beso cada espacio, vulnerable que dejas para mí; júrame todo esto porque no creo poder soportarlo y si esto no es posible, si entonces el jurar te arrancaría de mi, no me despiertes, no dejes que lo hagan.

Por si me lees Donde viven las historias. Descúbrelo ahora