Idolatría

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A Dios encomiendo mi sentir,
que si a alguno deba ser consumido,
me consuma a mí.
Bendita sea mi veneración.
Ruego que no mire mi mente
cuando ardo en el fuego de tu calor.

Que su luz guíe mis pasos,
que su paz calme mi ardor.

Si este anhelo es bendito,
que florezca como en los jardines del Edén,
y si esto es una prueba,
que en su gracia aprenda a sufrir.

Que duerma mi alma cuando tu boca toque la mía,
que Él sustente mi ser,
que nutra mi vientre con pasas,
con la leche dulce de tu paladar.




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