El plan de Dios brilla con fuerza inquebrantable,
como una luz en la oscuridad, nos guía.
Nos ofrece paz, nos da propósito,
es un faro que ilumina el camino hacia la eternidad.
Desde antes de nacer, ya conocíamos el viaje,
ya sentíamos la promesa de regreso a casa.
Es el plan que nos une, que nos fortalece,
el regalo divino que nos invita a progresar.
Las decisiones que tomamos en esta vida
son pasos hacia la luz de Su plan perfecto.
Cada sacrificio, cada acto de amor,
nos acerca a la alegría eterna, a Su presencia.
Y sabemos que, al final del camino,
seremos recibidos con brazos abiertos.
Porque el plan de Dios no tiene fin,
es eterno como Su amor, profundo como el mar.
ESTÁS LEYENDO
Senderos de Amor
PoesíaSenderos de Amor es un viaje poético que explora la esencia de la familia como el núcleo más sagrado y eterno de nuestras vidas. Inspirado en los principios de unidad, fortaleza y propósito, este poemario refleja cómo el amor familiar nos guía y sos...
