Perdón

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En el hogar donde el amor florece,
los errores son lecciones que el alma ofrece.
Con cada tropiezo, hay una oportunidad,
de abrazar el arrepentimiento, sembrar la verdad.

El hijo pródigo, en su andar errante,
regresó al padre, hallando un amor constante.
Así en nuestra vida, cuando erramos el camino,
el perdón nos espera, un bálsamo divino.

El arrepentimiento es un cambio profundo,
una renovación que transforma el mundo.
Con humildad y fe, volvemos a empezar,
y en cada corazón, la paz puede reinar.

Perdonar no es fácil, a veces es doloroso,
pero al soltar el rencor, hallamos lo hermoso.
El Salvador nos guía, Su amor nos sostiene,
en el camino del perdón, el alma se mantiene.

Las palabras de los sabios resuenan en el aire,
"Dejen que otros cambien", un consejo que vale.
Si el enojo nos abruma, con humildad debemos orar,
y en la luz de la expiación, aprender a sanar.

Así que en familia, cultivemos la bondad,
con el arrepentimiento y el perdón en unidad.
Que cada error sea un paso hacia la paz,
en el taller del hogar, donde el amor siempre es capaz.

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