El Don de la Vida

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En la imagen divina, nuestro cuerpo nació,
un regalo sagrado que el cielo nos dio.
Con cada latido, en el suelo y el mar,
vivimos experiencias que nos hacen avanzar.

En la tierra venimos a aprender y a crecer,
dominar deseos, dejar el ego a un lado,
pues el hombre natural nos quiere vencer,
pero en la luz de Cristo, hallamos el legado.

Con cada desafío, con dolor y con amor,
nuestras almas se pulen, se forjan en calor.
El cuerpo es un templo, un medio de amar,
en la danza de la vida, juntos a brillar.

A través de la expiación, hallamos el poder,
para vencer lo carnal, y en paz renacer.
Con fe y con esperanza, en unión avanzar,
hacia la perfección, en el eterno hogar.

Así, en nuestra jornada, con coraje y fe,
celebramos el don que en la tierra es de ser.
Con cada experiencia, en el alma y el ser,
nuestra vida terrenal, un camino a entender.

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