Capitulo 7: Fiesta De La Realeza

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Durante su camino Kion imaginó como hubiera sido vivir en esta ciudad, todos se ven felices y tranquilos.

Sin problemas más allá de una relación o de faltar al colegio, la vida de estas personas parece ser tan facil y plena que por un momento recordó la envidia que les tenía a todos los habitantes de las praderas.

“Todos aquí tan felices y despreocupados mientras en las lejanías los niños mueren de hambre y las personas viven en las calles”.

Pensó con enojo así que se quitó el collar y lo guardó en su bolsillo, no quería que las cosas siguieran siendo así.

_¡oye no puedes hacer eso! Te pueden deportar_ Kion sonrió, le molestó algo el drama que ella montaba porque él dejó de usar ese collar de identificación.

Pero luego imaginó cómo se vería Makini usando uno de estos, tan tierna y vulnerable, sin nadie para salvarla de sus garras sedientas de sangre y...

“Mejor dejó de pensar en esas cosas”.

_Nadie se dará cuenta, puedo pasar fácilmente como uno de ustedes, el sistema judicial es algo racista ¿Quién se va a detener a ver si soy o no de las lejanías? No soy una hiena o un chacal y mucho menos un león de melena negra._

Makini se tuvo que quedar callada, él tenía razón, especialmente porque varios oficiales pasaron a su lado y ninguno notó la falta del collar de Kion.

_Pero al menos podrías tener un poco más de respeto por nosotros los habitantes de las praderas, eso nos mantiene a salvo._

Kion se detuvo y la miró incrédulos, quería gritarle, aplastarla verbalmente pero luego sonrió un poco de malicia y caminó a su lado.

_Además creo que te verías muy bien usando uno de estos, tú provocativo cuello cubierto por un collar ajustado, ver cómo tú tráquea se asoma a través de él mientras gimes o... Cuando tratas saliva._

Esa mirada llena de pensamientos indanos y aquella sonrisa gustosa de probar su cuerpo de mip formas prohibidas.

Ese león hizo que ella trate saliva muy nerviosa y con las mejillas sonrojadas, él rodea su hombro con un brazo y la acercó hasta que la mejilla de Makini tocara su hombro.

Él es muy cálido y fuerte, con un aroma a playa y coco, también una voz tan penetrante y seductora, pero especialmente sus ojos.

De un color rojo carmesí muy bellos, combina con su cabello con su alma y también con su corazón.

Lo que Makini sentía por él era muy difícil de ocultar, su corazón late tan rápido cuando él estaba cerca, que incluso su respiración se paraliza.

También sabía que estaba mal sentirse así por Kion sabiendo que se había acostado con muchas chicas al mismo tiempo que ella y que Jasiri había sido su favorita.

Para cualquiera sería un poco humillante sentir amor por un mujeriego que no sentía vergüenza de serlo pero tenerlo cerca le hacía cosquillas en el estomago.

_¿Por qué le dijiste a mis padres que era tu novia? Cuando vuelva seguramente va a querer matarme._

Ella había tenido novios pero ninguno se los había presentado a sus padres y ahora que él había dicho tal estupidez, ellos van a querer verlo regularmente y también van a preguntar por lo que hace o como se gana la vida.

Pero Kion se mantuvo algo serio aunque disfruta del estado emocional de Makini.

_Tal en un futuro cercano lo seamos, todo depende de cómo vaya nuestra relación._

Ella lo miró con los ojos brillosos de emoción y también quiso decir algo pero sintió como Kion deslizó su mano del hombro de Makini hasta su espalda baja.

La guardia del león: Soy Un DesterradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora