Capítulo 16: Legado familiar

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Las explicaciones largas tuvieron que detenerse por un momento debido a la cena que tendría la familia Santos, el motivo fue especial porque todos sabían acerca del viaje que los chicos y Maya harían, así que la reunión era una despedida, pero poco se habló de Yera, de hecho nadie la mencionó y solo se enfocaron en despedir a los tres.

Alberto se sintió todo el tiempo como un intruso en la cena, porque las cosas estaban sucediendo muy rápido, y él solo quería tener un momento a solas con su esposa. Pero cuando la cena terminó tuvo una conversación breve con sus padres, Hortensia le dijo que debía tener cuidado y que abrazara a Yera de su parte, y Gilem también le recordó ser precavido mencionándole lo mucho que lo quería.
El cariño de sus padres le dio algo de calma, pero después fue rápidamente a buscar a su esposa, solo deseó estar con Janet antes de tener que alejarse de ella por varios días.

Se la encontró en la única sala de estar en el cuarto piso, justo en el pasillo siguiente a la habitación que compartía con su esposa. Janet estaba pensativa mirando la noche a través de la ventana, y Alberto entró dirigiéndose directo a ella. La envolvió en una abrazo sorprendiéndola, pero ella no dijo nada y solo se hundió en esa comodidad que siempre encontraba en Alberto.

   -Cuando...-comenzó a decir Janet después de unos minutos de silencio.

   -No, no, no-La interrumpió Alberto besándola.

   -Espera-pidió ella-es importante.

   -No quiero hablar del maldito viaje, solo pido una noche tranquila con mi esposa antes de no vernos durante días.

   -Alberto-lo llamó por su nombre con tranquilidad-es importante.

El chico Santos suspiró mostrando con ese gesto que estaba prestando atención.

   -Se que esto te está afectando más a ti, pero es importante que le hagas saber a Yera que tiene un hogar al que puede regresar en cualquier momento.

   -Ella lo sabe.

   -¿Estás seguro?-Janet hizo una pregunta que hasta ese momento Alberto supo tenía dudas para respuesta-cuando me fui de casa rompiendo como mil reglas, en mi se instaló un sentimiento de que no podía regresar jamás-confesó la chica-se que fue una situación muy diferente a la de Yera, pero como una persona tradicional puedo decir que siempre queda el sentimiento de culpa.

   -Encontraré la forma de decírselo-prometió Alberto con algo de vacío en sus palabras.

   -Intenta alegrarte un poco, verás a tu prima después de tanto tiempo. Incluso yo me emociono por esa idea. recuerda que a pesar de lo qué pasó Yera sigue siendo familia.

Era esa parte por la cual Alberto se sentía distanciado de Yera, por más que intentaba imaginársela actualmente, a él solo le venían imágenes de una Yera lejana que no quería nada de los Santos.

El silencio se apoderó de la sala mientras la pareja solo se abrazó durante un rato, deseando quedarse juntos todo el tiempo.
Pero la puerta hizo un ruido estridente que sorprendió a Alberto y Janet. Se trataba de Daniela entrando a la sala. La chica Grim aún llevaba puesta la ropa normal y no el pijama, lo cual hizo evidente que no podía dormir.

-Perdón-dijo Daniela sorprendiéndose al encontrar a la pareja-estaba buscando un lugar para tomarme esto-señaló la taza en sus manos.

-Descuida, acompáñanos-la invitó Janet.

-¿Es una poción para dormir?-preguntó en broma Alberto sobre el contenido de la taza.

-No, es solo café-indicó Daniela tomando asiento en el sillón individual frente a la pareja.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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