Capítulo 12: Un secreto de brujos

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El brazo que la sostenía con firmeza alrededor de la cintura no fue lo que despertó a Lucy, sino un olor que conocía.

Nuez-pensó abriendo los ojos de su tranquilidad. La nuez era el singular olor de brujo de su hermano y eso solo podía significar una cosa.

Se desenredó del agarre de Theon y se puso de pie buscando en el suelo la ropa tirada hasta encontrar sus pertenencias para vestirse rápidamente.

-¿Pasa algo?-preguntó el chico King aún con los ojos cerrados por el sueño, pero que había sentido a Lucy irse de su lado.

-¡Por la vida!-exclamó Lucy al notar en el reloj de pared que era mediodía.

-¿Los brujos también usan esa expresión?-Theon se incorporó en el sillón despertando.

-No-dijo Lucy-pero se me ha hecho tarde, ya deberíamos estar de camino-le pasó su ropa para que también se levantar.

Theon miró el reloj de pared descubriendo que era tarde y quitándose el poco sueño que le quedó.

-Siento que no dormí-comentó el chico King.

Ambos habían durmieron menos de cinco horas, ya era tarde cuando Lucy había ido a la biblioteca con los pétalos, y después de hacerlo la primera vez hablaron durante un rato para terminar haciéndolo una vez más, y ya quedaba poco de la noche cuando se rindieron al sueño.

-¡Por la vida!-exclamó de nuevo Lucy.

-Me estás asustando.

-Mi hermano está a punto de entrar a la casa.

-¿Qué?

-Vístete-dijo Lucy dirigiéndose a la puerta-báñate en mi cuarto y prende un incienso después, están en mi bolso.

Sin dar más explicación salió de la biblioteca justo cuando sintió que su hermano entraba por la puerta principal de la casa.
Lucy se detuvo en las escaleras para tranquilizar un momento los nervios y el vivo recuerdo en su mente de la noche con Theon. Tenía que esforzarse mucho para mantener su mente cerrada a sus dos hermanos.

Fue a la cocina donde se encontró con ambos en medio de una conversación mientras Alissa preparaba el té.

   -¡Lucy!-la saludó su hermano mientras se acercaba a abrazarla con mucho cariño.

La joven bruja estaba contenta de verlo, debido a que solo tuvieron pocos días juntos porque a la semana de que ella regresó de la mansión Santos, él se fue a realizar un trabajo.

Frederick era el hermano de en medio, siete años menor que Alissa y dos mayor que Lucy.
Era un brujo con muchas habilidades, y el único de los tres hermanos que no había heredado el rojizo cabello característico de sus hermanas, era más parecido a su padre pero nunca lo mencionaban debido a la enemistad entre ellos.

   -¿Porqué tan rápido?-preguntó Lucy.

   -Vaya Lucy, se nota que me extrañaste-dijo Frederick.

   -Me refiero a que terminaron el trabajo rápido, por cierto ¿donde está la abuela?

   -Se quedó con tía Sol-explicó el brujo-en cuanto llegamos al pueblo fue a verla para ponerla al tanto de todo el trabajo que hicimos, ya sabes cómo es. Y respondiendo a tu primera pregunta; no eres la única buena en lo que hacemos.

   -Tienes razón, soy excelente.

   -¡Ooo!-exclamó Frederick buscando ayuda en Alissa pero su hermana mayor solo reía-un año trabajando para gente rica te ha cambiado.

La mansión Santos: Alma eternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora