Trabajo. El día a día de Jotaro consistía en largas horas laborales, más de las que debería. Últimamente, apenas había dormido bien, y a menudo prefería pasar las noches en su oficina para maximizar su productividad.
Sentado frente a su escritorio, su carga laboral provenía en gran parte de sus estudios. Estaba muy cerca de obtener un doctorado a pocos años de haberse graduado de la universidad. Aunque disfrutaba su trabajo, en ese momento no era su prioridad.
Últimamente, también había estado ejerciendo como maestro auxiliar, lo que hacía necesario el apoyo de una secretaria para manejar sus papeles.
Miró de reojo los adornos, premios y estanterías llenas de modelos de vida marina que decoraban la oficina. Una pecera modesta, iluminada por una tenue luz azul, ocupaba un lugar central entre las estanterías. Suspiró, apoyando los pies sobre la mesa, observando cómo la luz del sol se desvanecía mientras esperaba la llegada de un paquete importante.
No pasó mucho tiempo antes de que alguien llamara a la puerta, interrumpiendo su paz.
— Disculpe, Sr. Kujo. — dijo una voz frágil y seca del otro lado.
— Si, pasa. — respondió Jotaro, caminando hacia la puerta con las manos en los bolsillos.
La puerta se abrió y una anciana, su secretaria, entró lentamente sosteniendo una pequeña caja entre sus manos.
— Perdón por la molestia. — dijo la mujer al entrar.
— No tienes que disculparte. ¿Es para mí? —preguntó Jotaro, tomando la caja.
— Si, entrega especial de la fundación Speedwagon. Se veían bastante serios. ¿Otra vez te estás metiendo en problemas?
— No, es solo trabajo. — respondió, colocando la caja sobre una mesa cercana y comenzando a revisarla. Dentro había documentos, fotografías extrañas y un mapa de un pequeño pueblo en Japón. — Yare yare... Así que está en un lugar llamado Morioh.
— ¿Morioh? —preguntó la secretaria, extrañada.
— Un pueblo en Japón. — respondió, revisando el mapa y enfocándose en una dirección escrita en la esquina. Luego, guardó los documentos en un maletín y empezó a escribir una nota en una hoja en blanco. — Llama a la fundación y diles que reserven un vuelo a Japón para esta noche. Prefectura de Miyagi, cualquier ciudad costera, después que haya un taxi listo para un viaje de varias horas. Necesito llegar a Morioh el lunes por la mañana. Que tengan todo listo cuando llegue.
Jotaro le entregó una nota a su secretaria. Una simple hoja que escribió en menos de un minuto.
— Y ve que este le llegue a mi esposa.
— De acuerdo, pero... — dijo la secretaria, mirando la nota detenidamente. —¿Estás seguro de que quieres decirle a tu esposa que te vas en un viaje de negocios a través de esto?
— Si. — Jotaro terminó de guardar todo lo que venía en la caja en su maletín.
— ¿No te parece algo insensible?
Jotaro no respondió. Volvió a su escritorio y ordenó los documentos de sus investigaciones sin girarse hacia la anciana.
— Cielos... Y yo quejándome de que mi marido no me presta atención.
— Cada vez que tengo que irme ella solo me dificulta el trabajo. — Jotaro terminó de ordenar todo, preparando su silla para dormir ahí esa noche.
— Ella se preocupa por ti. Tienes una esposa y una hija, ¿no? ¿No crees que deberías, al menos, llamarlas para decirles que no volverás esta noche?
ESTÁS LEYENDO
Re:A bizarre adventure in another World from zero (Jotaro en Re Zero)
FanfictionDespués de morir a manos de Pucci, Jotaro Kujo se encontró atrapado en un mundo cubierto de sombras. Frustrado y confundido Jotaro se reencontró con su más grande enemigo quien se había pensado que había muerto hace muchos años con un nuevo y temibl...