Hay momentos en lo que sabes perfectamente que es lo correcto hacer pero continúas evitándolo, por el impulso egoísta que domina tú corazón, eso me sucede en este momento. Magari es el hogar de Coralie, donde se encuentra toda su familia, amigos y conocidos, este es su lugar y ella, debería quedarse en este lugar.
–Te prometo que al finalizar el baile, te buscaré para ir con los demás–musita Coralie, no puede decir la verdad, no puede decir que se marchará nuevamente y que tal vez, no tenga oportunidad de volver a Magari y que ha sido afortunado el encuentro porque es posible que jamás vuelvan a verse.
–De acuerdo, no vemos entonces–responde la joven para acto seguido, alejarse con el individuo que la acompañaba.
Karan y Coralie se aproximan a donde nos hemos colocado el capitán y yo, la mirada vidriosa de mi amiga me rompe el corazón, se que trata de mantener la fortaleza que siempre muestra pero por dentro, se encuentra sumamente afectada por el encuentro que ha tenido con esa joven.
–Capitán, considero que lo mejor, es que nos retiremos ahora o podríamos tener problemas por este encuentro–indica ella con gran seriedad.
–Definitivamente concuerdo con purpurina, así que los acompañaré–indica Karan con una curiosa seriedad, la situación debe ser peor de lo que pensé.
El capitán se limita a mover su cabeza de manera afirmativa, toma mi mano y juntos nos encaminamos hacia la salida. Nadie se toma la molestia de explicarme que es lo que realmente sucede y tampoco me animo a preguntar porque al parecer soy la única que no consigue comprender la gravedad de este asunto. En compañía de Karan llegamos al hotel donde nos hospedábamos para reunirnos con el grupo de búsqueda y volver al barco, no sé qué es lo que haremos, porque no hemos encontrados la pieza pero debemos marcharnos.
El capitán suelta mi mano y se aleja para reunir al grupo e informarles que nos marchamos de Magari, me quedo en compañía de Coralie y Karan, ella se encuentra sumamente afectada, mientras que él, quien jamás se calla, se mantiene en un silencio sumamente prudente, vaya momento para ser prudente, simplemente consigue inquietarme aún mas.
– ¿Pueden decirme porque tanta prisa? ¿Qué es lo que ocurre? ¿Qué sucederá con la pieza y…?
–Basta, Hiver–me interrumpe Coralie, creo que mis muchas dudas han conseguido abrumarla pero era necesario, necesito entender un poco–. Debemos irnos porque no puedo quedarme y pronto se percataran de que algo inusual sucede, nos verán como intrusos en la dimensión, el miedo hace que los individuos se transformen y tendríamos muchos problemas, lo mejor que podemos hacer es marcharnos cuanto antes, la pieza ya la tenemos.
– ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?–pregunto pero no hay tiempo para que me responda, el grupo de búsqueda aparece junto con el capitán y debemos partir.
Todos avanzan hacia la salida en completo silencio, resignada a que no obtendré más información, avanzo detrás de ellos, siendo la última, bueno, casi. En realidad Karan avanza a mi lado, se me hace tan raro que vaya tan en silencio, ni siquiera comprendo que es lo que hace que nos acompañe.
– ¿Qué haces al final del grupo? Deberías ir delante, donde puedan vigilarte, eres un peligro y debes acompañar a tu amiga–comenta sacándome de mis pensamientos.
–Y tú deberías estar volviendo a tu mansión pero mírate aquí, ¿Por qué lo haces?
–Me gusta la aventura y necesitan mi ayuda.
–Estas siendo egocéntrico.
–Créeme que no, bueno, tal vez un poco pero yo siempre me encuentro presente en el momento adecuado y esta no es la excepción, espera y veras, ahora ve donde tu amiga.
Mirándolo con los ojos entrecerrados, me encamino hasta donde se encuentra Coralie, avanza en medio de algunos de los integrantes del grupo de búsqueda, la veo triste y apagada, realmente me entristece mucho verla así.
–Realmente preferirías quedarte, ¿No es así?
–Creo que ya lo habíamos hablado.
–Sí pero es diferente ahora.
–¿Qué ha cambiado? Continúo sin poder quedarme, mis deseos o anhelos, no importan porque ya no soy libre y nunca más podre volver a serlo–expresa con evidente molestia y frustración, adelantándose nuevamente, creo que necesita espacio, por lo que decido dejarla un poco para que se tranquilice.
Que complicada situación, cada que me pongo en el lugar de Coralie, más comprendo su sentir, lo que más me hace admirarla es que a pesar de que realmente anhela quedarse, ha decidido marcharse con nosotros. El egoísmo no forma parte de ella, es capaz de renunciar a lo que ella quiere por el bien de los demás y eso que ni siquiera somos su familia, somos unos desconocidos que llegamos a su vida por cosas del destino. Sin percatarme he dejado de avanzar y girado para ver el pueblo que estamos dejando atrás, ese pueblo en el que probablemente mi única amiga vivía antes de toda esta aventura que la llevo a ser una prisionera más en el místico barco Antares.
–No te quedes atrás, por favor, se que debes estar cansada pero pronto llegaremos al barco, ¿Puedes hacer un esfuerzo?
–¿Puedes permitir que Coralie se quede en su hogar?–pregunto mirándolo con seriedad.
– Debemos darnos prisa–indica como respuesta, no es lo que quería escuchar pero al menos debía intentar.
Dejando escapar un resoplido de frustración, retomo mi andar, alejándome del capitán quien mueve su cabeza de manera negativa y avanza al lado de Karan. Los veo conversar, sin prestar demasiada atención porque no quiero parecer una entrometida; sin embargo, es más que suficiente para percatarme de la manera en la que Karan mueve su cabeza de manera afirmativa.
Evidentemente algo están tramando aunque no comprendo de que podría tratarse, resulta que ese sujeto tenía razón, realmente nos acompaño porque sabía que terminaríamos requiriendo su ayuda para alguna cosa. Poco tiempo después reconozco el lugar en el que se quedo el barco y la tripulación esperando nuestro regreso, el capitán se adelanta y extiende su mano haciendo que aparezca el barco.
–Todos abordo, Taranis encárgate de que todo se encuentre listo para partir–indica el capitán con seriedad, todos avanzamos para ingresar pero antes de que Coralie ingrese la detiene, el resto sube al barco pero yo detengo mi andar con una sensación agridulce en mi interior–. Tú te quedaras, Maga…Coralie, muchas gracias por toda la ayuda que nos proporcionaste, Karan se encargará de llevarte con tu familia.
–¿Qué? ¿Lo dice de verdad, capitán?
–No acostumbro a bromear, a partir de este momento eres completamente libre.
Los ojos de Coralie se llenan de lágrimas tras escuchar la afirmación del capitán, mientras que yo, con una combinación intensa de emociones en mi interior, observo atentamente la situación, el nudo en mi estomago y en mi garganta aparecen, haciéndose más grandes a cada segundo y mis ojos, al igual que los de Coralie, se llenan de lágrimas.
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Antares: étoile d'hiver
FantasyUna interesante aventura abordo de un peculiar navío, donde el capitán tiene una clara misión de búsqueda y una prisionera que no debería encontrarse a bordo, termina haciéndoles la vida imposible a todo el que la llega a molestar.