Capítulo 17

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El amanecer se encontraba más cercano de lo que pensé, pronto la oscuridad termina cediendo y todo se comienza a volver claro, pronto todos comenzaran sus deberes diarios y yo deberé ir a la zona de Jasper y conocer a ese misterioso ser que de ahora en adelante estará supervisando todo lo que haga, sabiendo eso, el capitán se marcha de vuelta a su camarote. Se ha ofrecido a cuidar de las mariposas para evitar que el cristal mágico se rompiese y las mariposas desaparecieran, considerando eso la mejor opción, acepté sin dudarlo, ahora me encuentro en soledad mirando al cielo que comienza a volverse claro, no sé en qué lugar nos encontramos ahora mismo pero algo me hace sospechar que esta es mi dimensión pero en una época y lugar diferente.

-Hola, hola-saludan de manera cantarina-. Estoy buscando a la prisionera Hiver.

-Soy yo-respondo girando para encontrarme con un ser de mirada dulce y sonrisa llena de amabilidad.

No necesito pensar mucho para saber que es el famoso Jasper, su complexión no se parece en nada a la de Taranis que en todo su ser denota agresividad, no, Jasper parece mucho pero muchísimo más tranquilo y simpático, es alto pero no tanto, de tez morena y ojos marrón oscuro, cabello corto y oscuro. Tengo la impresión de que este cambio me será sumamente agradable aunque no me encontraré tanto con Coralie; al menos, no tendré que estar discutiendo con Taranis por todo, aunque lo admito, volvía divertidos los días.

-Ven conmigo, te indicaré tus nuevos deberes-expresa con calma para acto seguido girar y avanzar, entendiendo que desea que lo siga, avanzo tras de él-. Me contaron tus aventuras, debo admitir que me sorprende que una persona tan...como tú, consiguiera desesperar a Taranis, pareces inofensiva pero bueno, él es un poco cascarrabias, creo que debe ser la edad.

Escuchando las palabras de Jasper avanzo en silencio, no tengo ganas de conversar, por este momento simplemente quiero parecer invisible, usualmente tiendo a hablar más y este sujeto parece ser bastante agradable pero no sé, no me nace hablar, de esta manera llegamos hasta el lugar donde había visto el espectáculo de Naima, es un salón bastante amplio pero en el interior haciéndose cargo de toda la limpieza hay pocos prisioneros a diferencia de los que trabajan en cubierta.

-A partir de ahora estarás aquí y tu deber será mantener el escenario limpio, ¿Entendido?

Mirando todo con curiosidad, me limito a mover mi cabeza de manera afirmativa, lo que me gustaba de trabajar en cubierta era que podía ver como viajábamos y me percataba cuando cruzábamos alguna dimensión diferente, el atardecer, anochecer y todo el cambio de un paisaje a otro; además, estaba Coralie y su compañía hacia el trabajo más llevadero, ahora es como comenzar de nuevo. Por suerte no me cambiaron de lugar de descanso y aun estaremos en contacto, me busque todo este cambio y ahora únicamente me resta adaptarme lo mejor posible, al menos este lugar parece ser agradable y tranquilo, decidida a hacer que me ha indicado, busco los instrumentos de limpieza necesarios.

Un par de días más tarde, me encuentro tranquilamente cumpliendo con las tareas que me fueron encomendadas, esta noche habrá espectáculo y una vez que termine puedo marcharme a descansar, quiero ver las mariposas por algún tiempo por lo que me doy tanta prisa como me es posible, estoy por terminar cuando veo el cubo de agua derramarse por todo el escenario. Siguiendo con la mirada la trayectoria que recorrió el agua antes de llegar hasta donde estoy, me encuentro con el delicado pie descalzo de Naima, al dirigir mi mirada hacia su rostro la ira se apodera de mi ser, sus brazos se encuentran cruzados mientras mantiene una sonrisa cínica en su rostro.

- ¡Ups! Cuanto lo lamento-musita fingiendo un arrepentimiento, ¡Qué gran bruja ni buena actriz es o simplemente ni siquiera se esfuerza! No sé como llegue a pensar que al fin podría tener un poco de tranquilidad, « Tranquila, Hiver, no la tomes del cabello y la restriegues contra el piso.» pienso respirando de manera profunda.

-No hay problema-respondo poniéndome de pie para alcanzar el cubo y limpiar el desastre, cuando estoy por tomarlo lo patea alejándolo de mi, esto es demasiado y tú, Dios que me miras, sabes que intenté mantener un perfil bajo como Coralie siempre dice, realmente lo intenté-. ¿Qué es lo que te sucede?

- ¡Tú me sucedes! ¡Nada es como antes desde que llegaste a este lugar! ¡Eres esa piedra en el zapato de todos aquí!

- ¿Ah sí? No creo que tú seas todos aquí y ni zapatos tienes así que no me molestes, créeme, no quieres tener problemas conmigo-expreso mirándola directamente a los ojos.

- Te sientes intocable solo por coquetear descaradamente con el capitán, ¿No es así?-comenta acomodando su negro cabello-. No pierdas el piso, cariño, si se lo pido te lanzará por la borda sin pensárselo.

- Que triste tu situación, escúchame, cariño-respondo en el mismo tono que ella ha utilizado al tiempo que me aproximo lo suficiente y la tomo del cabello-. ¡Yo no necesito protección de absolutamente nadie, puedo cuidarme sola! ¿Puedes verlo o necesitas una demostración más fuerte?

- ¡Salvaje! ¡Suéltame!-exclama intentando liberarse pero no es tan sencillo, la he sujetado bastante bien y no la soltaré hasta quedarme algunos de sus cabellos en mi mano, eso enseñará a esa bruja a con quien no debe meterse.

- ¡Hey! ¡¿Qué es lo que sucede ahí?!-cuestiona con tono firme Jasper aproximándose, esto seguramente me llevará a la celda de castigo pero no me importa-, Suficiente, suéltala.

Jasper intenta separarnos pero yo no pienso ceder en mi agarre y Naima intenta defenderse, cual gata ha conseguido arañarme el brazo pero ese dolor no me impide continuar zarandeándola, pensó que simplemente me molestaría y ahí quedaría todo pero no, eso jamás, esto no es nada comparado con lo que haré con ella, juro que pagará cada palabra que salió de su boquita roja.

- ¡He dicho que fue suficiente! ¡Tú, ven aquí y ayúdame a separar a este par!-ordena Jasper a uno de los prisioneros que como otros disfrutan del espectáculo, me percato de como ese individuo sujeta a Naima mientras Jasper me detiene a mi, separándonos, con una sonrisa triunfante observo mi mano con cabellos negros.

- ¡Maldita Psicópata!-exclama Naima intentando alcanzarme.

- ¡Ni te imaginas! ¡Te costará caro y mucho todo lo que has dicho! ¡Bruja descarada!-me defiendo mirándola llena de ira.

-Basta, llévate a Naima a su habitación, ¡Ahora!-indica Jasper y el sujeto obedece llevándose a una Naima furiosa y algunos cabellos mas calva, una vez que han salido del salón, Jasper me libera y yo dejo escapar un suspiro lleno de molestia acomodando mi ropa.

- ¡Ella me ha provocado así que deja de mirarme de esa manera!-expreso mirando a Jasper quien se encuentra cruzado de brazos.

- ¿O que harás? ¿Me arrancaras el cabello también?

-Si no estuvieras tan calvo, pudiese ser.

- ¿Eres consciente que esto amerita un castigo?

-Entonces aplica el castigo y ya, porque no estoy arrepentida y que ni cruce por tu cabeza ni la de nadie que me disculpare con esa bailarina de pacotilla.

-Ve a tu lugar de descanso, cuando piense el castigo que tendrás hablaremos.

Sumamente molesta desciendo del escenario y me encamino hacia la puerta ignorando las miradas curiosas de mis compañeros prisioneros y salgo de ahí, lo único que quiero es escapar de este lugar antes de que mis emociones combinadas me dominen y termine haciendo el ridículo, aun más, si es posible.

Antares: étoile d'hiverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora