Estoy agotada, a esta altura el frio es bastante intenso y aunque amo el clima frio, la realidad es que soy bastante mala para tolerarlo, me encuentro bastante abrigada a diferencia de otros en este lugar; sin embargo, no es suficiente y juro que no consigo comprenderlos. Trabajan concentrados, en completo silencio, sin quejarse mientras mis manos se encuentran congeladas y me duelen, al igual que mis piernas por la posición en que las he tenido por tanto tiempo, dejo el cepillo y uno mis manos al frente para frotarlas un poco y llevarlas hacia mi boca para intentar darles calor a través de mi aliento.
–¿Qué haces que no trabajas?
– ¡Tomo un descanso! ¡Hace frio y estoy agotada, esto es completamente inhumano!–me quejo olvidándome de la advertencia recibida hace algunas horas, yo y mi sentido de justicia metiéndome en líos nuevamente.
– ¡Vaya, vaya, vaya!–musita descendiendo los escalones con paso lento y avanzando directamente a donde me encuentro, « ¡Yo y mi bocota! ¡Parece que nunca puedo quedarme callada!» me regaño mentalmente mientras mantengo mi atención fija en ese aterrador sujeto, todos han elevado sus miradas y se mantienen pendientes de cada movimiento que realiza al igual que yo–. Ya veo que hemos subido a una princesita al barco, y dígame, su majestad, ¿Le gustaría pasar a nuestro camarote de lujo y descansar un poco mientras encargo que preparen algo cálido para beber?
– ¿Seria mucha molestia?–respondo sabiendo perfectamente bien que no debería decir nada así y que muy probablemente me meteré en un peor lio que en el que me encuentro; sin embargo, prudencia no es parte de mi nombre.
–Ya veo, ¡Se te advirtió!–exclama evidentemente furioso, ¡Lo sabia! ¡Siempre lo supe! Esto no terminará nada bien pero no puedo quedarme callada, sin dudarlo sujeta mi brazo con fuerza y me arrastra hacia el borde nuevamente–, ¡Individuos como tú, no sirven en este lugar, ni siquiera comprendo porque no te llevaron con el resto de prisioneros inservibles!
-¡Suéltame!-grito peleando por liberarme, mi temperamento no es el mejor y ser dócil nunca ha sido lo mío, lo golpeo pero pareciera que no le hago ni cosquillas, ¿Cómo podría? Es como una roca y golpearlo así me produce más dolor a mí pero eso no va a detenerme, si, se lo que todos piensan y es verdad, estoy loca y no valoro mi vida.
El escándalo que armo es monumental pero el sujeto parece no escucharme continua ignorándome, seguramente es la altura o sus orejas que son tan pequeñas que no debe ser capaz de escuchar pero seguramente la altura no ayuda, todo el mundo lo sabe, con la altura los oídos zumban, eso debe sucederle. Ignorándome por completo llegamos hasta el borde, en ese momento escucho una puerta abrirse, y con curiosidad intento ver de qué o quién se trata porque todo se ha vuelto silencioso de pronto y los que miraban como seria lanzada por la borda, han vuelto a sus deberes. Lo malo es que el inmenso animal salvaje que mantiene sujeto mi brazo no me deja ver y juro que muero de la curiosidad porque todo lo que sucede aquí parece una verdadera locura y esa aparición ha causado una reacción general que me hace querer saber, además de imprudente soy curiosa, la naturaleza me odia.
– ¿Qué es lo que sucede que hay tanto bullicio?–cuestiona una hermosa voz pero al mismo tiempo tan falta de emoción, es fría, distante y bastante despreocupada.
–Disculpe, capitán, se trata de la recién llegada, es demasiado… insolente.
– ¡Insolente tu abuela, yo simplemente no permito que me traten de esta manera! ¡Y será mejor que me sueltes!
–¿O que harás, duende impertinente?
- ¡¿Duende?! ¡¿Duende?! Mira, jirafa súper desarrollada, a mi no me vas a estar llamando duende, ¿Me escuchaste? Si sabes lo que te conviene, lánzame ahora o juro que te haré arrepentirte cada segundo de mi estancia en este lugar.
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Antares: étoile d'hiver
خيال (فانتازيا)Una interesante aventura abordo de un peculiar navío, donde el capitán tiene una clara misión de búsqueda y una prisionera que no debería encontrarse a bordo, termina haciéndoles la vida imposible a todo el que la llega a molestar.