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Estoy deseando tanto probar tu piel. Engullirte y arrastrarte hasta la obscuridad, donde nadie pueda ver lo que hacemos. Somos pecadores y llegado el día del juicio final arderemos en el infierno.

Tu cama es realmente suave, nunca había estado en una antes ¿Todas son así o la tuya es especial? Quizá yo la esté sintiendo algo especial. Pero con todo lo que estoy sintiendo en este momento, ya no se que sea real y que sea mentira.

Estas apretando mis caderas fuerte pero no lo notas, tranquilo, ayuda que no sea alguien frágil. Quizá eso te permita no reprimirte ¿No crees?

Subes por mi cuello hacia mi oreja y siento como tu lengua la acaricia sin pudor. Tu mano izquierda baja y vuelve a subir por mi muslo hasta que te cansas y entonces tomas mi mentón. Eres entusiasta y veo que el alcohol te ayuda a ser más tú, así como te hace no medir tu fuerza. Aprietas fuerte mi mentón deslizando tus dedos hasta tomar toda mi quijada. La volteas y comienzas a darle especial atención a mi cuello de nuevo.

El sonido de pop comienza a escucharse acompañado de tus gemidos bajos cada vez que sueltas un poco de mi piel. Sentir tus labios es algo indescriptible. Se siente tan bien.

Mueves tu mano de mi cadera hasta mi brazo y lo subes buscando el otro igual para ponerlos lejos mientras abres mis piernas con tu rodilla y te quedas ahí.

El calor es infernal.

—Puedes decirme si soy algo brusco. A veces solo me dejo llevar —sonríes con esa eye smile como si lo que acabaras de decir fuera algo tan tonto como querer un helado —Espero tú también te dejes llevar.

Dejarse llevar... Jamás en mi vida me he "dejado llevar", siquiera me pregunto si aplican para mi esas palabras.

Tus manos de nuevo están acariciando mis muslos. Apretando en pequeñas partes y soltando al instante como si recordaras que quizá puedes hacerme daño. Tranquilo, puedes ser rudo conmigo. No seré yo el que termine quebrándose al final de la noche.

—Supongo que puedo hacerlo —mi eye smile es mejor que la tuya y me lo confirmas cuando tus ojos comienzan a brillar mientras muerdes tu labio.

No puedo evitar bajar mi mirada.

Son rosas y se ven llenos de vida, me pregunto si puedo quitarte un poco de ella con un solo mordisco. Que loco, alguien como yo pensando en algo tan mundano como la vida. Jamás te pones a pensar en ella, incluso ahora no se porque mi mente piensa en ella y en como aventarte al colchón y comerme tu boca.

Mi ropa comienza a apretar y siento como la tuya comienza a picar sobre mis cuerpo. Estas tan cerca y no recuerdo el momento en que te acercaste tanto. Nuestras narices se tocan y aún así tú sigues inclinándote un poco más, como si aún existiera más espacio entre nosotros.

Aprieto las sábanas bajo mis manos como puedo, mientras me inclino un poco hacia atrás por acto reflejo y en el momento que menos lo espero, siento como algo suave y tibio esta sobre mis labios.

Vaya, ¿Así que de esta forma se siente besar?

No es como si no besáramos, claro que podemos hacerlo pero realmente es como picar cebolla. Algo que nadie piensa en hacer.

Cálido, suave y delicioso.

Tu lengua entra sin esfuerzos y te dejo hacerlo, incluso invito a mi lengua a jugar un poco con la tuya mientras sigues apretando mis muslos bajo mi short, subiendo tu mano con cada rose lentamente.

Es como sentir que miles de hormigas caminaran en línea hacia esa parte de mi cuerpo, pero tú estás dejando un rastro caliente y mi piel comienza a picar por más. Quizá es por eso y que nuestra pelea de lenguas no ve un ganador, que me apoyo solo en una mano, dejando en libertad completa la otra para poder tocar sobre tu camisa.

𝑿𝑿; 𝑆𝑒𝑜𝑛𝑔𝑠𝑎𝑛𝑔/𝑆𝑎𝑛𝑔ℎ𝑤𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora