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-Para completar el entrenamiento de hoy, deberán arrebatarme estos dos cascabeles antes del mediodía -anunció Kakashi Hatake, sacando dos campanillas de color plateado del bolsillo, la legendaria prueba de los cascabeles
-¡Un momento, nosotros somos cuatro y solo hay dos cascabeles! -Hablo Sakura.
Kakashi, sonrió bajó la máscara. -. Solo hay dos cascabeles, así que uno de ustedes no logrará obtener uno. Esa persona será atada a un tronco y no recibirá almuerzo.
-¿Entonces sólo debemos quitarle los cascabeles? -Pregunto Asami, queriendo estar segura de haber entendido lo que había dicho Kakashi, le parecía extraño, ¿dos cascabeles para un equipo de más de dos personas? Algo no cuadraba en la situación.
Los tres Genin se miraron entre sí, nerviosos pero decididos. Kakashi señaló dos campanas que llevaba colgadas en su cinturón. -Tienen hasta el mediodía para quitarme una de estas campanas. Aquel que no logre conseguir una... no almorzará.
Naruto, con su típico entusiasmo, gritó: -¡Eso será pan comido!-Pero tanto Sasuke como Sakura y Asami, sabían que el entrenamiento de Kakashi-Sensei sería de todo, menos fácil de concretar.
Sasuke, Sakura y Asami intercambiaron miradas, conscientes de que el entrenamiento de Kakashi-Sensei sería de todo, menos sencillo.
Kakashi miró a Naruto y, con un tono sarcástico, dijo:
