¿MUY APETITOSO?

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C.13

¿Muy Apetitoso?----------------------------------------

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¿Muy Apetitoso?
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Los malentendidos finalmente estaban aclarados. Iván se dio cuenta de cuánto le había afectado su propia inmadurez, y se preguntó: "¿Por qué me afecta tanto?" Al recordar los enojos con León, reconoció que las razones parecían insignificantes, una reacción exagerada. ¿Será porque... es su único amigo? Se reprochó a sí mismo, consciente de que distracciones así podrían costarle la vida. Necesitaba enfocarse.

No avanzaron mucho antes de que el peligro los acechara nuevamente. Los rodeaba una penumbra habitual, aunque ya no sentían el mismo temor inicial, pues tras horas resolviendo acertijos y enfrentando infecciones, ya se habían adaptado. Ya el entorno les parecía conocido, creían que los peligros estaban bajo control.

Solo quedaba llegar a la gran estatua para colocar el último medallón y completar el camino hacia el estacionamiento.

Sin embargo, estando a punto de la sala principal y de colocar el medallón, la ilusión de seguridad fue desechada por; Pasos pesados ​​resonantes al final de un pasillo, rompiendo la calma. Alzaron las armas, tensos, intentando descubrir la fuente del sonido. Los pasos se escuchaban cada vez más cerca, no fue hasta que repentinamente, el sonido ceso, dejando un silencio sofocante. Ambos se mantenían alerta de cualquier forma, con arma en mano. Sin tener la mínima idea de que era lo que provocaba el sonido

Entonces, estando brevemente quietos, sin aviso, un puño atravesó la pared a su lado. Ambos retrocedieron mientras una enorme figura de dos metros y medio emergía por el hueco. Este era un hombre con saco, piel morada y adornaba con un sobrero de noche

—No creo que venga por un abrazo —murmuró Iván, tragando saliva.

Comenzaron a retroceder con prisa, sabiendo que enfrentar a ese monstruo frontalmente sería suicida. Con cada puerta que cerraban tras de sí, sentían el peso de esa cosa siguiéndolos, como si pudiera rastrear cada uno de sus movimientos. Agotados y con la munición justa, lograron finalmente despistar a la criatura.

Llegaron a la sala de la estatua y, con el último medallón colocado, se abrió un pasadizo oculto frente a ellos. Sin perder tiempo, se adentraron, encontrando una linda oficina que no destacaba tanto de no ser por un elevador posicionado a un costado de la sala oculta. Descendieron por este, llevándolos hacia un sótano oscuro y laberíntico, repleto de tuberías y maquinaria. Caminaban por el extenso pasillo, atentos a cualquier cosa del nuevo lugar, avanzaban sin mucho problema, hasta que en su camino un casillero bloqueó su paso.

—Ayúdame a moverlo —indicó Iván, y juntos hicieron fuerza para apartarlo, pues este estaba relativamente pesado

El esfuerzo los distrajo momentáneamente del entorno. No paso ni un minuto hasta que una sombra peligrosamente grande, cubriera sus espaldas. La criatura apareció de la nada, arremetiendo contra León y empujándolo hacia Iván, tirando ambos al suelo. Era una "¿hombre?" o mejor dicho una abominación grotesca con un brazo desproporcionado, en el cual sobresalía un ojo repugnante, pulsante y desmesuradamente expuesto. El monstruo golpeó el suelo, haciéndolos caer junto con él sobre una plataforma inferior.

AMIGO RUBIO // Leon S. Kennedy //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora