Después de meses de reconstrucción, de pequeños gestos y conversaciones sinceras, Jungkook y Jimin finalmente tomaron la decisión de hacer algo que parecía impensable en su pasado: irse de viaje juntos.
Este viaje no solo era un escape de la rutina diaria, sino una oportunidad de cerrar un capítulo y empezar de nuevo, una prueba de que podían ser más que las sombras del dolor que los habían perseguido por tanto tiempo.
La idea surgió una tarde, mientras estaban sentados en el salón de la cafetería, una de las pocas que aún quedaba abierta a esa hora. El lugar estaba tranquilo, y Jimin servía café mientras Jungkook lo observaba, pensativo.
De repente, sin previo aviso, Jimin mencionó que podría ser una buena idea irse de vacaciones. Una pausa, un momento de incertidumbre. Pero al ver la ligera sonrisa de Jimin, Jungkook asintió.
—Quizás sea hora de que salgamos de aquí, de todo lo que nos ha seguido. Solo tú y yo, sin presiones, sin recuerdos. —Dijo Jungkook, casi como si se estuviera convenciendo a sí mismo de lo que implicaba esa propuesta.
El destino fue elegido casi por azar. Un pequeño pueblo costero, apartado de las ciudades grandes, con vistas espectaculares y paisajes tranquilos. El lugar tenía algo especial, como si el tiempo se deslizara más lentamente allí, ofreciendo espacio para la reflexión y la renovación.
Los primeros días del viaje estuvieron llenos de una mezcla de nervios y emoción. Ambos estaban conscientes de lo que significaba ese viaje, de cómo cada paso que daban juntos era un reflejo de su progreso.
Durante el día, exploraban el lugar, visitando mercados locales, probando nuevos platos y riendo más de lo que habían hecho en mucho tiempo. Aunque el sol brillaba y el aire fresco del mar les acariciaba el rostro, Jimin no podía dejar de pensar en todo lo que había pasado antes, en el sufrimiento que había vivido, en la desconfianza que había luchado por superar.
Sin embargo, Jungkook, siempre atento y preocupado por él, lo observaba con la misma sinceridad que había mostrado en todo el proceso de sanación. Había cambiado tanto, y aunque Jimin lo sabía, no podía evitar sentirse un poco temeroso.
El miedo de volver a perderse, de volver a caer en un ciclo de dolor, seguía acechando en lo profundo de su ser. Pero había algo en el aire, algo que los envolvía a ambos, que les decía que este viaje era el último paso hacia algo más grande: la verdadera sanación de su relación.
Una tarde, mientras paseaban por la playa al atardecer, el cielo teñido de naranja y rosa reflejaba su estado emocional. La brisa del mar revolvía sus cabellos y las olas rompían suavemente en la orilla, creando una atmósfera de serenidad que parecía alejar las sombras del pasado. Era el tipo de momento que siempre habrían deseado tener, pero nunca supieron cómo llegar.
Jimin se detuvo cerca del agua, mirando al horizonte, y sin que Jungkook lo dijera, ambos sabían que este era el momento adecuado. El silencio entre ellos era cómodo, como si el mundo a su alrededor hubiera desaparecido por completo. Jungkook se acercó y, de manera espontánea, puso su mano sobre la de Jimin, un gesto simple pero cargado de significado. Jimin giró su cabeza hacia él, y Jungkook, con la mirada fija en sus ojos, comenzó a hablar.
—Te debo mucho. No sé si alguna vez podré expresarlo de manera suficiente, pero este viaje... tú... me has hecho sanar de formas que ni yo imaginaba. —La voz de Jungkook tembló ligeramente, pero lo dijo con firmeza—. Yo... estaba roto, Jimin. Había cerrado mi corazón y me había convencido de que nunca podría amar de nuevo. Pero tú, con todo lo que hiciste por mí, me mostraste que podía confiar otra vez. Me diste la oportunidad de creer en algo más, en alguien más.
Jimin, sorprendido por sus palabras, no pudo evitar sentirse abrumado por la sinceridad que irradiaba Jungkook. Miró sus ojos, esos mismos ojos que, en el pasado, le habían causado tanto dolor, pero que ahora mostraban una vulnerabilidad que le permitió ver a un hombre distinto. No un hombre perfecto, sino uno real, que había aprendido de sus errores.
—Tú me ayudaste también, Jungkook. Sin que lo supieras, me diste la esperanza de que las cosas podían mejorar. Siempre creí que el dolor era lo único que quedaba, pero tú... tú me mostraste que la sanación no era un proceso solitario. —Jimin apretó su mano con más fuerza, como si de alguna manera esa conexión pudiera aferrarse al futuro, al nuevo comienzo que ambos buscaban—. Todavía me asusta, a veces. El miedo de que podamos volver a caer en viejos hábitos, en viejas heridas. Pero hoy, aquí, con este momento, siento que estoy dispuesto a intentarlo, a seguir adelante.
Jungkook sintió un alivio profundo al escuchar esas palabras, como si finalmente el peso que había cargado durante tanto tiempo estuviera comenzando a desvanecerse. Con una sonrisa, le acarició suavemente la mano a Jimin.
—Lo prometo, Jimin. No volveré a fallarte. No importa cuántos errores cometamos en el camino, lo que más quiero ahora es que sepas que siempre estaré aquí, y que todo lo que siento por ti es real. Si alguna vez te siento dudar, te lo recordaré, cada día.
Se quedaron allí por un largo rato, simplemente contemplando el mar, sintiendo el viento, sabiendo que este viaje marcaba un hito en su relación. Habían dejado atrás las heridas del pasado, pero lo más importante era que, con este viaje, habían comenzado a mirar hacia el futuro, uno que ya no estaba definido por el sufrimiento ni por las sombras del pasado.
Esa noche, después de cenar juntos bajo las estrellas, Jungkook y Jimin se sentaron al borde de la playa. Las luces de la ciudad en la distancia brillaban suavemente, pero para ellos, el único resplandor era el que brillaba en sus corazones. Jimin, sin pensarlo demasiado, apoyó su cabeza sobre el hombro de Jungkook, un gesto que nunca habría imaginado que podría suceder, pero que en ese momento parecía natural.
—Gracias por este viaje, Jungkook —dijo Jimin, sin levantar la cabeza.
Jungkook lo miró y, con una sonrisa, respondió:
—Gracias a ti, por darme una oportunidad.
En ese momento, ambos sabían que este viaje no solo era un descanso físico, sino el inicio de una nueva etapa, de un capítulo lleno de promesas, desafíos y una renovación que, por primera vez, sentían genuina. Habían sanado, se habían encontrado de nuevo, y lo mejor de todo era que ahora, con todo el dolor atrás, podían empezar a caminar juntos hacia un futuro que, finalmente, les pertenecía.
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彡[ᴅᴀʀᴋ ʜᴇᴀʀᴛ]彡★KOOKMIN★
عشوائيJungkook frío y calculador CEO de una de las empresas más importantes de Seúl. Su corazón roto lo convirtió en una persona insensible, una fachada que no permite que nadie vea su verdadero yo. Jimin, por otro lado, es su fiel secretario, amable y de...