Scream Girl

5: A night of terror

⋆⭒˚.⋆꒷꒦꒷꒦꒷🔪🩸🎭꒷꒦꒷꒦꒷⋆⭒˚.⋆

Al día siguiente, no hubo clases, y las chicas: Madison, Casey, Tatum y Sidney, aprovecharon la oportunidad para ir de compras. Después de una tarde divertida en el centro comercial, decidieron ir a casa de Casey para ver películas. La atmósfera era relajada mientras se acurrucaban en el sofá con montones de palomitas y dulces.

Cuando la película terminó, Dewey pasó a recoger a Tatum y Sidney, dejándolas a salvo en sus casas. Madison y Casey se quedaron solas en la casa grande y silenciosa. Casey le había dicho a Madison que se podía quedar a dormir, ya que sus padres casi nunca estaban en casa y sabía que Madison también estaría sola porque su padre estaba de turno en la estación de policía.

Casey: Puedes quedarte en la habitación de invitados. Está justo al lado de la mía.

Madison: Gracias, Casey. Será divertido. Hace mucho que no hago una pijamada.

Las chicas se pusieron cómodas y Madison fue al baño a refrescarse. Mientras estaba ahí, escuchó a Casey hablar por teléfono. Asumió que Casey estaba hablando con algún familiar, así que no le prestó mucha atención. Sin embargo, un ruido extraño seguido de gritos captó su atención de inmediato.

Casey: ¡Déjame ir! ¡Suéltame!

Madison corrió escaleras abajo y vio a su amiga luchando desesperadamente por soltarse de Ghostface. Sin pensarlo dos veces, Madison agarró un florero y lo arrojó con fuerza contra el atacante, logrando desequilibrarlo. Aprovechando el momento, ambas chicas corrieron hacia afuera de la casa, pero Ghostface apareció nuevamente, bloqueando su camino.

Madison: ¡Corre, Casey!

Lo último que Madison recordó fueron los gritos de Casey y un fuerte golpe en la cabeza que la hizo caer al suelo. La oscuridad la envolvió mientras los sonidos de la lucha se desvanecían.

Madison despertó lentamente, con un dolor punzante en la cabeza y la visión borrosa. Se encontró en una cama desconocida, con su padre, el Sheriff Blake, sentado a su lado, con una expresión de preocupación y alivio.

Madison: ¿Qué... qué pasó?

Sheriff Blake: Madison, gracias a Dios estás bien. Casey... ella no tuvo tanta suerte. Lo siento mucho.

Madison sintió un nudo en el estómago al escuchar las palabras de su padre. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras trataba de asimilar la noticia.

Madison: No... no puede ser. Casey...

Sheriff Blake: Hiciste todo lo que pudiste, Madison. Ahora necesitamos asegurarnos de que estés a salvo.

El Sheriff Blake la abrazó con fuerza, agradeciendo en silencio que su hija estuviera viva. Sin embargo, sabía que este nuevo ataque significaba que Ghostface seguía suelto y más peligroso que nunca.

La noticia del ataque se extendió rápidamente por Woodsboro, y la comunidad estaba más en alerta que nunca. Los oficiales redoblaron la vigilancia y se instalaron patrullas adicionales alrededor del vecindario.

Oficial Dewey: Sheriff, hemos aumentado la vigilancia, pero la gente está asustada. Necesitamos atraparlo cuanto antes.

Sheriff Blake: Lo sé, Dewey. Estoy tomando medidas adicionales. No vamos a dejar que esto continúe.

Madison, aunque profundamente triste y asustada, decidió que no podía dejar que el miedo la controlara. Se reunió con su grupo de amigos en la escuela, quienes la recibieron con preocupación y apoyo.

Sidney: Madison, ¿cómo te sientes? Nos enteramos de lo que pasó.

Tatum: Debe haber sido aterrador. No sé cómo lograste mantenerte fuerte. Casey era tan amable...

Madison: Fue difícil, pero no quiero que Ghostface me controle. Necesitamos estar juntos en esto.

Billy se acercó a Madison, su expresión era una mezcla de preocupación y alivio.

Billy: Madison, me alegra tanto que estés bien. No sé qué haría si algo te pasara."

Madison: Gracias, Billy. Estoy tratando de ser fuerte. Pero extraño a Casey...

Billy, aprovechando la ocasión y sabiendo que Madison necesitaba distraerse, le hizo una propuesta.

Billy: Madison, sé que esto es difícil, pero ¿te gustaría salir un rato este fin de semana? Podríamos hacer algo para distraernos y no pensar en lo que ha pasado.

Madison, aunque todavía triste, agradeció el gesto de Billy.

Madison: Eso suena bien, Billy. Creo que necesito un poco de distracción.

Billy sonrió, contento de haberla animado un poco.

Después de clases, Billy decidió llevar a Madison a casa. Durante el trayecto, la conversación fluía con naturalidad, pero a medida que se acercaban a su destino, un aire de melancolía comenzó a envolverlos. Al llegar a la casa de Madison, se despidieron, y ella entró en su habitación, buscando un momento de tranquilidad.

Madison se sentó en su cama, dejándose caer en el colchón con un suspiro profundo. A su lado, en la mesita de noche, vio una pequeña foto enmarcada de ella y Casey, tomada durante una salida al centro comercial. La imagen capturaba un momento de pura felicidad, con ambas chicas sonriendo mientras llevaban bolsas de compras.

Al mirar la foto, un flashback inundó su mente, transportándola a ese día en el centro comercial. Recordó cómo Casey había insistido en probarse todo tipo de sombreros ridículos y cómo ambas se habían reído hasta que les dolió el estómago.

Flashback

Casey : ¡Madison, mira este! ¡Definitivamente deberíamos comprarlo para la próxima fiesta de disfraces!

Madison rió junto a Casey, disfrutando de la ligereza de ese momento.

Volviendo al presente, las lágrimas comenzaron a llenar los ojos de Madison al recordar lo linda que fue Casey con ella, no merecía morir tan joven.

⋆⭒˚.⋆꒷꒦꒷꒦꒷🔪🩸🎭꒷꒦꒷꒦꒷⋆⭒˚.⋆