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La noche de la fiesta finalmente llegó. Dewey llevó a las chicas a la casa de Stu, donde la música estaba al tope y el ambiente era vibrante. Las chicas bajaron del coche con bolsas llenas de bebidas y bocadillos, y se dirigieron directamente a la cocina. Todos en la fiesta admiraban lo lindas que se veían, y los saludos y sonrisas se intercambiaban por doquier.
El único que faltaba por llegar era Billy. Mientras tanto, la fiesta transcurría con normalidad. Todos comían, bebían y disfrutaban de la música. Stu, siempre el anfitrión animado, le pidió a Tatum que fuera por más cervezas.
Stu: Tatum, ¿puedes ir a buscar más cervezas? Creo que nos estamos quedando sin.
Tatum: Claro. Ahora vuelvo.
Madison, por su parte, hablaba animadamente con un compañero de clase, disfrutando del ambiente relajado. Rato después, Billy llegó a la fiesta, y al verla, se acercó a Madison con una sonrisa.
Billy: Madison, ¿podemos hablar un momento? Hay algo que quiero decirte.
Madison asintió y lo siguió a una habitación apartada. Una vez allí, Billy cerró la puerta y se acercó a ella, susurrándole palabras dulces y cariñosas. La conversación se volvió más íntima, y ambos compartieron un momento de cercanía y conexión.
Después de un rato, Madison decidió bajar e intentar buscar a Tatum. Salió de la habitación y se dirigió a la cocina, pero no encontró a su amiga allí. La preocupación comenzó a crecer en su interior mientras recorría la casa en busca de Tatum.
Madison (pensando): ¿Dónde estará Tatum? No debería haber tardado tanto.
La fiesta continuaba, pero Madison no podía sacudirse la sensación de que algo no estaba bien. Decidida a encontrar a su amiga, siguió buscando, sin saber que la noche estaba a punto de tomar un giro oscuro y peligroso.
A lo lejos, vio a Sidney y se acercó rápidamente, pero ella también estaba buscando a Tatum. Pronto, muchos de los estudiantes ya se iban, y las chicas decidieron buscar en los baños. La tensión aumentaba con cada paso que daban.
Sidney: Madison, no la encuentro por ningún lado. Esto no me gusta.
Madison: Vamos a seguir buscando. No puede estar muy lejos.
Cuando llegaron a una habitación, encontraron a Billy "sangrando" y con una herida. Madison entró en pánico al verlo así.
Madison: ¡Billy! ¿Qué te pasó?
Justo cuando iba a sujetarlo, Ghostface apareció de la nada, su figura amenazante llenando la habitación. El terror se apoderó de Madison y Sidney mientras intentaban procesar lo que estaba sucediendo.
Ghostface: Hola, chicas. ¿Listas para el final?
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Scream Girl
HorrorMadison Blake, hija del Sheriff Blake, se muda a Woodsboro desde California para estar más cerca de su padre. Dejó su vida cómoda y normal en California, buscando comenzar de nuevo en esta pequeña ciudad marcada por la tragedia. Hace casi un año, Gh...
