Sidney y Madison corrieron hacia la cocina, pero Billy y Stu las acorralaron allí. El pánico y la traición se reflejaban en los ojos de Madison mientras observaba a Billy, quien ahora sostenía el arma con firmeza.
Billy: ¿Quieres saber por qué hago esto, Sid? ¿Por qué todo esto tiene que pasar?
Sidney y Madison se quedaron en silencio, sus miradas llenas de miedo y confusión. Billy comenzó a explicar sus motivos con una frialdad inquietante.
Billy: Es simple. Todo empezó con mi madre. Tu madre, Sidney, rompió mi familia. Se metió con mi padre y eso hizo que mi madre nos dejara. ¿Tienes idea de lo que se siente ser abandonado así?
Madison, escuchando cada palabra, sintió que su mundo se desmoronaba. Pensó en todas las personas que habían muerto por culpa de Billy y Stu: Casey, Tatum, la madre de sidney... La tristeza y la traición eran abrumadoras.
Billy: Todo esto es para vengarme, Sid. Para hacerte sentir el mismo dolor que yo he sentido.
Sidney, horrorizada, se dio cuenta de la verdad.
Sidney: Oh, Dios mío, tú...
Billy: Sí, fui yo."
Madison lo miró con una profunda tristeza, incapaz de procesar cómo alguien que pensó que la quería podría ser tan cruel. Las lágrimas corrían por su rostro mientras sus pensamientos se arremolinaban.
Madison: Billy, ¿por qué? ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿Cómo pudiste hacerles esto a todos?
Billy se acercó a Madison, su mirada era menos fría y más conflictuada.
Billy: Madison, no quería lastimarte. Te juro que no era mi intención. Todo esto... todo esto es por lo que me pasó a mí, no tiene nada que ver contigo, tú eres un ángel.
Madison lo miraba, su expresión una mezcla de tristeza y decepción.
Madison: ¿Y eso justifica todo esto? ¿Justifica matar a personas inocentes?
Billy bajó la mirada, sin respuesta. La lucha interna en su rostro era evidente.
Billy: Madi, te juro que no quería lastimarte. Todo esto... fue por mi madre, por lo que Sidney y su madre le hicieron a mi familia. Pero lo que siento por ti es real."
Madison sintió una ola de emociones abrumarla: tristeza, traición, y una pequeña chispa de esperanza de que Billy realmente pudiera cambiar.
Madison: Billy, esto tiene que parar. No podemos seguir así. No puedes seguir haciendo daño.
Sidney, aprovechando la distracción, comenzó a buscar una forma de defenderse. Su mirada se encontró con un cuchillo en el mostrador, pero antes de poder actuar, Billy la detuvo.
Billy: No tan rápido, Sid. No quiero lastimarte más, pero no me dejas opción.
Stu, observando la escena, comenzó a reírse de manera maníaca, disfrutando del caos que habían creado.
Stu: ¡Esto es tan divertido! ¡Como en las películas de terror!
Madison, con lágrimas en los ojos, se acercó lentamente a Billy, tratando de alcanzar su corazón.
Madison: Billy, por favor. No eres un monstruo. No tienes que hacer esto.
Billy, visiblemente conflictuado, bajó ligeramente el arma, pero antes de que pudiera decidirse, Sidney aprovechó la oportunidad y lanzó una olla a la cabeza de Stu, dejándolo aturdido.
Justo cuando Sidney atacó a Stu, Madison aprovechó el caos para golpear a Billy con la cacha del arma. Aunque nunca atentaría contra su vida, sabía que tenía que incapacitarlo para escapar. Billy cayó al suelo, aturdido por el golpe.
Sidney: ¡Rápido, Madison! ¡Tenemos que salir de aquí!
Las chicas salieron de la casa corriendo, sus corazones latiendo con fuerza. A lo lejos, escucharon las sirenas de la policía acercándose. La ayuda estaba en camino. Corrieron hacia la entrada de la casa, donde el Sheriff y otros oficiales llegaban rápidamente.
Sheriff Blake: ¡Revisen la casa! ¡Asegúrense de que no haya más heridos!
El Sheriff se acercó a su hija, Madison, y la abrazó con fuerza, ambos aliviados de que la pesadilla estuviera llegando a su fin. Dewey, aunque inconsciente, había logrado hacer una llamada a la estación antes de desmayarse, alertando a todos del peligro.
Madison: Papá, fue horrible. Billy y Stu... ellos eran los asesinos.
Sheriff Blake: Lo sé, Madi. Lo sé. Ahora estás a salvo.
Mientras los oficiales revisaban la casa, buscaron por todas partes, pero no encontraron a nadie. No había rastros de Billy ni de Stu. Era como si hubieran desaparecido.
Oficial Williams: Sheriff, no hay nadie en la casa. Parece que se escaparon.
Sheriff Blake: Mantengan la búsqueda. No pueden estar lejos.
Sidney y Madison se abrazaron, aliviadas pero también aterrorizadas por lo que acababan de experimentar. Sabían que la lucha aún no había terminado, pero por ahora, estaban a salvo.
Esa misma noche, después de revisar minuciosamente la casa, los oficiales sacaron el cuerpo de Randy, quien había sido una voz de razón y conocimiento sobre las reglas de las películas de terror, ahora yacía sin vida.
Sheriff Blake: Lleven el cuerpo de Randy al hospital. Necesitamos notificar a su familia.
Sidney y Madison, al ver el cuerpo de su amigo siendo llevado, sintieron una profunda tristeza y una sensación de pérdida. Randy había sido una parte importante de su grupo, y su muerte era un recordatorio brutal de la realidad de los eventos que habían vivido.
Madison: Randy...
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Scream Girl
HororMadison Blake, hija del Sheriff Blake, se muda a Woodsboro desde California para estar más cerca de su padre. Dejó su vida cómoda y normal en California, buscando comenzar de nuevo en esta pequeña ciudad marcada por la tragedia. Hace casi un año, Gh...