𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡𝑠 | 𝐵𝑙𝑢𝑒 𝐿𝑜𝑐𝑘 | ★

𝟎𝟔| 𝑨𝒔𝒔𝒊𝒔𝒕𝒂𝒏𝒕| 𝒀𝒖𝒌𝒊𝒎𝒊𝒚𝒂 𝑲𝒆𝒏𝒚𝒖

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Te habían contratado después de tener que esperar bastante tiempo, estabas muy emocionada, desde que saliste de la universidad querías poder entrar en el mundo de la moda, inclusive del modelaje, pero no como una modelo, no, querías verlo y que tú fueras reconocida como alguien de tus propias creaciones, sin embargo aún estabas muy debajo para eso, por lo tanto decidiste conseguir empleo en una empresa de modelaje bastante reconocida, como asistente nada más, y habías conseguido el trabajo.
Al llegar esperaste a que te indicarán cuál era tu trabajo, podías ver cómo la gente iba de una lado a otro, apurados, además de ver a varias personas siendo maquilladas. Eras nueva en esto así que los nervios que tenias estaban a mil, pero a pesar de eso también estabas demasiado emocionada, no quería echarlo a perder.
-Eres la señorita Emiko, ¿verdad?
-Si, soy yo.
-Acompañame con los demás novatos, vamos a asignarles su nuevo trabajo.
Seguiste a la señora que te estaba dirigiendo, al parecer si estabas perdida, ya que los demás novatos al igual que tú estaban en otro lugar diferente al que te habían dicho.
-Bien, ahora voy a asignarles a cada uno su nuevo trabajo, señorita Emiko, usted va a ser la asistente de Yukimiya Kenyu.
Te sorprendiste al escuchar ese nombre, era el modelo más famoso del momento, incluso era más joven que tú. Realmente nunca te esperaste esa gran noticia, no era malo, ya que era un buen trabajo, te pagarían bien y además tendrías experiencia en el mundo del modelaje.
-Bien, ya que todos tienen sus trabajos, señorita Emiko la llevaré con el señor Kenyu.
-Claro.
Mientras seguías a la señorita que te estaba ayudando, observabas todo tu alrededor, era un ambiente bastante agitado, no era lo tuyo, pero en cierta parte sabías que en este mundo era exactamente eso, agitado.
-Señor Kenyu, le presento a su nueva asistente, la señorita Emiko.
-Sera un placer trabajar para usted.
Respondiste de la manera más apropiada y profesional que pudiste, aunque no se podía negar que saltaba a la vista lo nerviosa que estabas y lo nuevo que era para ti todo eso.
-Mucho gusto Emiko.
Te sonrió Yukimiya, quedaste flechada, era increíblemente hermoso, más en persona, estabas verdaderamente honrada de tener ese puesto de trabajo.
-Señorita Emiko, te dejo esto para que puedas trabajar, me retiro.
Era un portapapeles con algunas hojas con al parecer horarios de sesiones de fotos de Yukimiya.
-No te sientas nerviosa, estoy seguro que eres buena en esto.
¿Acaso era un ángel? Por supuesto que lo era, era tan lindo que podías morirte con solo escuchar su voz, pero tenías que recordar algo, estaba trabajando, no podías arruinarlo.
Apenas comenzaba una sesión de fotos, te pusiste al corriente de todo, Yukimiya tenía que promocionar una marca de maquillaje y de cuidado facial y en las hojas que te habían dejado decía claramente el tiempo que se tardaría, ¿¡Cuatro horas!? Si que iba a ser un trabajo duro.
Mientras pasaba el tiempo pudiste ponerte al corriente de absolutamente todo sobre la información de aquellas hojas, saber el calendario super apretado de Yukimiya, apenas si podía respirar, sus entrenamientos y partidos todo eso era demasiado, al menos para ti, era obvio que Yukimiya necesitaba ayuda de alguien más, el solo no podría manejar todo eso, además viste algunas citas recurrentes con el doctor, uno en específico, supusiste que era para hacer chequeos de su salud por ser un deportista.
Apenas te habían dado la información y cuando la leíste, casi te desmayas, era demasiada información, seguramente la anterior asistente no soporto más, aunque en realidad tu esperabas hacer algo mas en el mundo de la moda, estabas satisfecha con esto y como no, ibas a estar casi todo el tiempo con un chico que todas las chicas quisieran estar, definitivamente te agradaba este trabajo.
Después de la sesión de fotos le recordaste hacer algunas cosas, cosa que hizo que te halagara con un "Lo estás haciendo bien" eso te ponía bastante feliz y a su vez nerviosa, los halagos de este chico podían hacer que te murieras en ese mismo instante.
No fue hasta que dieron las 9:00 de la noche que pudiste salir de tu trabajo, te despediste de Yukimiya y de tus otros colegas que habías conseguido en ese primer día, estabas exhausta, tanto caminar e ir de un lado a otro te hizo sentir cansadisima, pero sabías en el fondo que el trabajo que habías ganado era como si hubieras ganado la lotería. Estabas feliz.