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Apenas lo conocías y era bastante famoso, era ni más ni menos que Micheal Kaiser.
Él estaba en tu clase, siempre era admirado por todos inclusive por ti, ya que ¿Cómo no hacerlo? después de todo, era un rey, un emperador.
Podías decir que te gustaba demasiado porque siempre le dejabas pequeños papelitos, dónde le deseabas un buen día o un buen entrenamiento, le dejabas aquellos papelitos en su asiento, incluso llegabas más temprano para poder dejárselos, nunca supiste que es lo que hacia con ellos, querías creer en lo más prfundo de tu ser que él los guardaba, pero algo también te decía que muy probablemente los tiraba, tenía demasiadas fans entonces ¿Porque guardaría algo como eso?
Había pasado bastante tiempo desde que empezaste a dejarle los papelitos y nunca te habías revelado, nunca habías dicho tu nombre o algo por el estilo, así que Kaiser no sabía acerca de ti por qué cuando él llegaba a su asiento solo podía ver aquellos papelitos, siempre, nunca hubo una excepción, aunque no quería aceptarlo, esos papelitos le alegraban el día por qué reforzaba la idea de que era superior a los demás y que sabía perfectamente que era un rey en aquella escuela. Sin embargo, un día faltaste por qué te enfermaste, ese día te pusiste triste porque sabías que no podrías darle un papelito a Kaiser aún así y con ese pensamiento durante el día empezó tu recuperación que sorprendente fue algo rápida, así que al día siguiente pudiste ir un poco mejor. Lo que no sabías es que el día anterior Kaiser noto que no había aparecido su papelito del día, algo que le extraño y que sin hacerlo notar, se preocupo, incluso al llegar y no encontrar nada empezó a buscar en el suelo por si se hubiera caído, pero nada, ese día estuvo de muy mal humor algo que recayó en todo el equipo de fútbol sin saber el repentino cambio de humor, suponían que algo le había hecho enfadar ese día.
Entonces Kaiser se dio cuenta que una de sus compañeras había faltado ese día, él sabía que tú eras un chica bastante inteligente, para no decir "nerd" no es que estuviera interesado en ti, pero siempre veía que nunca faltabas a clase y que siempre aparecías más temprano de lo normal aunque nunca hizo mucho caso sobre eso, solo que le parecía extraño que al faltar ese día, su papelito matutino no hubiera aparecido, su sospecha se terminó por confirmar cuando al día siguiente su papelito había vuelto a aparecer y tú también, no sabía si era pura conciencia y tampoco quería quedarse con la duda, así que decidio que al día siguiente entraría un poco más temprano para poder ver aquella fan secreta que tenía.
Tu en cambio no sabías nada acerca de esto, así que nuevamente al día siguiente llegaste temprano y dejaste el papelito de ese día, lo dejaste con cuidado sin que pudiera caerse para luego dirigirte hacia tu asiento, lo que no pudiste hacer ya que escuchaste un voz muy familiar detrás de ti.
-Asi que estaba en lo correcto.
Solo pudiste pensar en una cosa, y era que el mundo te tragara, ni siquiera querías voltearlo a ver, querías desaparecer en ese mismo momento porque sabías que Kaiser probablemente te vería como una acosadora aunque en realidad ya te veía de esa forma.
Finalmente decidiste voltearte y enfrentar la realidad, pero antes de eso querías ver si realmente te serviría una excusa, por más tonta que fuera.
-Esos papelitos son de una amiga, yo solo los entrego.
Querías quitarte la sospecha a pesar de que Kaiser te había visto como ponías ese papelito en su mesa con sumo cuidado, él no es tonto como para creer eso.
-¿Ah si?
Suspiraste, no podías engañarlo eso solo te haría ver cómo una tonta, incluso más de lo que ya te habías visto antes. Pero antes de decirle toda la verdad y declararte, Kaiser decidió hablar primero.
-Esta bien, sigue haciendolo, no molesta.
Y después de hablar se fue del salón, no quería que lo vieran llegar primero, si bien, no le dirían nada, por qué todas adoraban cualquier cosa que hiciera, no querían que lo vieran contigo.
Aunque tú en realidad sentiste emoción al escuchar eso por parte de Kaiser, te agradaba poder seguir dándole aquellos papelitos y no pudiste evitar sacar una pequeña sonrisa, algo que noto él y le gusto saber que aún estabas embobada por él.
Los días pasaban y tu seguías entregándole esos papelitos, te emocionabas cuando llegaba Kaiser porque cuando veía su papelito sobre su asiento volteba a verte algo que te hacía el día definitivamente, ver qué Kaiser volteba a verte e incluso te llegaba a sonreír hacia que tu día fuera mucho mejor, ya ni siquiera te importaba los demás porque Kaiser sabía de tu existencia y con eso te bastaba. Aunque no hablaban, realmente no te desagradaba eso, sabías que no era lo correcto pero no es que pensaras justo en eso.
Finalmente un día, cuando todos almorzaban el salón se quedó vacío a excepción de Kaiser y su mejor amigo que siempre lo acompañaba, Alexis Ness, quienes se encontraban hablando justamente acerca de ti y oportunamente habías ido al salón por tu cartera, al escuchar unas voces conocidas decidiste espiarlos, no era una buena acción, pero cuando estabas llegando a la puerta pudiste escuchar tu nombre lo que te pareció curioso y por lo mismo quisiste escuchar que era lo que estaban hablando.
"Sabes quién es la chica que me deja aquellas notas, ¿No?"
"Si, ¿No crees que es mejor no ilusionarla?
"No lo estoy haciendo, yo mantengo mi distancia, ella es la loca que estaba obsesionada conmigo"
Escuchaste como sus pasos se acercaban así que te fuiste del lugar, corriste no porque pudieran atraparte, querías llorar por lo que había dicho Kaiser, incluso si sabías que no tenías oportunidad, no era la manera correcta de hacer dicho eso y menos a tus espaldas, estabas furiosa por lo que habian hablado, aunque no querías negar que si parecías obsesionada con Kaiser, si bien hacia clubs sobre Michael, no eran tan obsesionadas como para dejarles notas, era un club que se reunían cuando había un partido importante en la escuela y Kaiser participaría, pero lejos de eso, nunca llegaron a dejarle regalos, sabías que Kaiser no era muy buenos con ellos, pero creías que si le dabas esos pequeños detalles podría familiarizarse con los regalos.
Estabas demasiado triste como para ir a clases porque incluso ibas en el mismo salón que él, eras afortunada, pero él solo te veía como una fan obsesionada, aquellas palabras se quedaron profundamente marcadas en ti y decidiste hacer algo al respecto.
Al día siguiente no le entregaste su nota matutina, ni siquiera llegaste temprano como solías hacer, incluso te topaste con un chico que al parecer iba a la misma escuela que tú, en otro salón, iba en el mismo equipo que Kaiser y entonces te diste cuenta lo embobada que estabas con él que jamás te diste cuenta de tu alrededor de las demás personas que existían, incluso de todos los otros chicos, solo te habías centrado en Kaiser y fue entonces que supiste tu error.
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𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡𝑠 | 𝐵𝑙𝑢𝑒 𝐿𝑜𝑐𝑘 | ★
Fanfic𝘖𝘯𝘦 𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴 | 𝘉𝘭𝘶𝘦 𝘓𝘰𝘤𝘬 𝘌𝘴𝘤𝘦𝘯𝘢𝘳𝘪𝘰𝘴 𝘴𝘰𝘣𝘳𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘫𝘦𝘴! 💐⚽ > 𝐿𝑎𝑠 𝑖𝑚𝑎𝑔𝑒𝑛𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑝𝑎𝑟𝑒𝑐𝑒𝑛 𝑛𝑜 𝑚𝑒 𝑝𝑒𝑟𝑡𝑒𝑛𝑒𝑐𝑒𝑛.