After the rain, always shines the sun - Hayes Grier (Adaptada)

Capítulo 31 - Retrato de amor.

Nubes despejadas. 4 Febrero 2O12.

Tomé un gran respiro, miré el suelo recordando a mi pequeña. Meneé la cabeza intentando borrar el recuerdo de mi, ahora, ex novia, para luego salir de la cocina y aproximarme a la sala con Madison.

•Madison: ¡Hayes! -Me abrazó-

•Hayes: Hola -la rodeé con mis brazos-

Risas que provenían de arriba interrumpieron el abrazo.

•Madison: ¿Quién está arriba? -preguntó después de soltarme-

•Hayes: ___... -meneé la cabeza- una chica.

•Madison: -Suspiró- ¿De nuevo con esa tal "_____"? ¿Ella está arriba? Tengo un par de cosas que aclar...

•Hayes: Madison -la interrumí- no es ella -suspiré pesadamente-

•Madison: Está bien, Hayes. -acarició mi mejilla- Cariño, ¿vamos a comer algo?

•Hayes: Es-está bien -tomé las llaves de la mesa y salí de la casa-

Narras tú
•Tay: Ya volví -anunció entrando por la puerta-

•Matthew: Y ella ya se fue -rió-

•Tay: ¿A dónde? -Preguntó confundido-

•Tú: Aquí -salí del baño mientras tecleaba rápidamente en mi celular-

•Tay: Yei -sonrió- entonces, ¿cómo dijiste que te llamas?

•Tu: -Iba a contestar, pero me interrumpió el sonido de mi teléfono- Oh, ¿me disculpan? Tengo una llamada -presioné el botón verde- ¿Hola? -contesté- Aquí estoy -reí- sí, con los MagCon B...

•Matthew: ¿Quién es? -interrumpió-

•Tú: Una amiga -tapé la bocina del celular con la mano para que no se escuchara nada del otro lado- ¿puede venir a comer?

•Matthew: Claro -sonrió-

•Tay: Hey, mira -señaló un florero, voltee a mirar hacia donde señalaba haciendo que me quitara mi celular de las manos-

•Tú: ¡Tay! -grité-

•Tay: Hola, soy Tayl... -fue interrumpido por un grito de parte de Mily. Tay pegó un grito- mi oído -exclamó mientras se llevaba una mano a la oreja-

•Tú: Devuélveme mi teléfono -extendí mi mano-

No recibí respuesta por parte del chico, pero puso el teléfono en altavoz.

•Emily: ¿Pinkie? -Me llamó la chica desde el otro lado-

•Tú: ¿Sí? -Hablé mientras les hacía señas a los chicos de que no hicieran ruido-

•Emily: ¿Estás con los MagC...?

•Tú: Sí -interrumpí con una leve risa-

•Emily: ¡No mames! -Gritó emocionada la chica-

•Tú: -Reí- ¿Crees que puedas venir?

•Emily: ¡¿Es una broma?! ¡¿Cómo me voy a perder un día con los MagCon Boys, estúpida?! ¡Me los violo! -Tay y Matthew rieron- ¿Qué fue eso? -Preguntó-

•Matthew: Está con nosotros -habló el huero-

•Emily: ¿Perdón? ¿Quién habla? -preguntó nuevamente-

•Matthew: Oh, sí, soy Matth...

•Emily: ¡Oh mi Dios! -interrumpió gritando-

•Matthew: Tranquila, linda...

•Emily: ¡¿Linda?! ¡¿Yo?! ¡Dios mío, Matthew, mis ovarios explotan! -todos reímos-

Luego de unos minutos de risa y gritos, Tay y Matthew se fueron a sus habitaciones y colgué con Emily tomando en cuenta en que llegaría en unos 3O minutos. Antes de que llegara decidí desempacar y decorar lo que se suponía que sería, por los próximos 2 meses, mi "cuarto". Mis ojos se cristalizaron cuando en una de mis maletas me encontré con un retrato mío y de Hayes, no el día en el que me pidió ser su novia, si no que fue en nuestro primer aniversario. Recuerdo perfectamente aquél día, él me había llevado a cenar a un restaurante italiano. Ese mismo día me invito a ver películas en su casa.

Recuerdo que me mostró un piano que abarcaba un cuarto de la estancia que se encontraba en el piso de arriba. Ese día yo vestía un vestido color melón con flores cafeses y blancas, elevado a 4 manos de la rodilla con un sweater gris y mi pelo largo hasta la mitad de mi espalda con mis ondas naturales; Hayes portaba un pantalón negro de mezclilla con una playera azul, una chamarra negra y sus típicas Vans color vino. Recuerdos invadieron mi mente por los pasados 15 min. Recuerdo perfectamente cómo Hayes intentaba tocarme una melodía en el piano. Recuerdo que nos sentamos sobre su piano piano a comer galletas con chispas de chocolate recién horneadas por parte de Elizabeth. Y recuerdo aquella escena donde Hayes se encontraba tocando piano y yo lo miraba acostada arriba del piano, aquella mirada que nadie solía tener la explicación. Amor. Eso era lo que nos definía. Y exactamente, aquella escena tan más maravillosa fue fotografiada por parte de Elizabeth. Esa fue nuestra primera foto de aniversario número uno. Las lágrimas no tardaron en aparecer y nublar mi vista dejándolas caer sobre el cristal de la foto.