3

10 4 0
                                    

Celos y Fronteras

Era el receso, y el ambiente en la escuela estaba animado. Felix, después de recoger algunos libros de su casillero, decidió dirigirse a la cafetería. Su conflicto con Hyunjin aún rondaba en su mente, y aunque habían hecho las paces, no podía evitar sentirse un poco distante.

Mientras caminaba, un alfa llamado Jisoo, conocido por su popularidad y su actitud amigable, se le acercó con una sonrisa confiada.

—Hola, Felix —dijo Jisoo, en tono relajado—. ¿Tienes un momento?

Felix levantó la mirada, un poco sorprendido. No estaba particularmente interesado en entablar una conversación, así que intentó ser cortés y seguir su camino.

—Hola, Jisoo. Estoy de prisa, tengo que ir a la cafetería —dijo con una sonrisa educada, tratando de esquivar la situación.

Jisoo no se dio por vencido tan fácilmente y dio un par de pasos hacia él, bloqueando su camino de forma amistosa.

—Vamos, no tienes que irte tan rápido. No todos los días uno tiene la oportunidad de hablar con alguien como tú.

Desde el otro lado de la cafetería, Hyunjin observaba la escena con el ceño fruncido. Al ver la insistencia de Jisoo, una sensación de celos empezó a invadirlo, y decidió acercarse rápidamente. Sin embargo, antes de que llegara, Felix notó su presencia y se colocó frente a él, interponiéndose entre ambos alfas. Su movimiento fue claro: sin decir nada, le estaba demostrando a Hyunjin su lealtad.

Hyunjin se detuvo, observando a Felix con una mezcla de sorpresa y admiración. Felix no había dicho una sola palabra, pero su acción hablaba por sí misma. Sintiendo una mezcla de alivio y orgullo, Hyunjin tomó una decisión impulsiva.

Sin decir nada, dio un paso adelante y tomó suavemente a Felix por la cintura, acercándolo hacia él. Con una sonrisa segura y sin importarle quién estuviera mirando, dejó un beso en los labios de Felix, un gesto claro y definitivo.

Felix sintió sus mejillas arder por la sorpresa, pero al mismo tiempo, una sonrisa involuntaria apareció en sus labios mientras correspondía al beso de Hyunjin. Era un gesto de reconciliación, una forma en la que Hyunjin le demostraba que, más allá de cualquier discusión o malentendido, siempre estaría a su lado.

Jisoo, al ver la escena, dio un paso atrás, claramente incómodo.

—Está claro. No tengo nada que hacer aquí —murmuró, levantando las manos en señal de rendición antes de alejarse rápidamente.

Felix y Hyunjin lo vieron marcharse, y cuando finalmente desapareció de su vista, Felix soltó una pequeña risa, mirándolo con una mezcla de sorpresa y diversión.

—¿No podías esperar a que se fuera? —preguntó, tratando de sonar serio, aunque era evidente que le había gustado el beso.

Hyunjin sonrió, encogiéndose de hombros.

—Solo quería dejarle claro que tú eres mío, y no pienso compartirte con nadie —respondió, acariciando suavemente el rostro de Felix—. Además, creo que necesitábamos esto.

Felix negó con la cabeza, pero sus ojos reflejaban ternura. A pesar de las discusiones y los celos, Hyunjin siempre encontraba la manera de hacerlo sentir querido y especial.

—Está bien, pero la próxima vez… no seas tan impulsivo —dijo Felix, todavía sonriendo—. Aunque… supongo que puedo perdonarte esta vez.

Hyunjin rió y, tomándolo de la mano, lo guió hacia la cafetería. Aunque aún quedaban cosas por resolver, ambos sabían que podían enfrentar cualquier obstáculo juntos.

Momentos de Paz

Después de que Jisoo se marchó, Hyunjin y Felix decidieron tomar asiento en un rincón de la cafetería. Hyunjin, siempre protector, se sentó dejando un espacio entre sus piernas, invitando a Felix a acomodarse ahí. Felix, con una sonrisa leve y todavía con las emociones del reciente beso, aceptó y se sentó entre las piernas de Hyunjin, dejándose llevar por la comodidad de su cercanía. Con confianza, se recostó hacia atrás, apoyando su espalda en el pecho de Hyunjin, quien lo rodeó con un brazo firme y seguro.

Hyunjin llevó una de sus manos suavemente al abdomen de Felix, manteniendo el contacto de una manera protectora y cariñosa. Estaban en perfecta calma, como si el mundo se redujera a ellos dos en ese momento.

Durante varios minutos, ambos permanecieron en silencio, disfrutando de la tranquilidad de estar juntos. Felix cerró los ojos, dejándose llevar por la sensación de seguridad que le brindaba Hyunjin. Mientras tanto, Hyunjin observaba a su alrededor de vez en cuando, manteniéndose alerta por cualquier cosa que pudiera molestar a su omega, aunque también se permitió relajarse un poco, disfrutando de la calidez de Felix tan cerca.

Pasado un rato, el ambiente tranquilo se animó cuando los amigos de Felix llegaron a la mesa, acompañados de sus alfas, quienes también eran amigos de Hyunjin. Seungmin, Jisung y Jeongin se acercaron a la mesa, seguidos por Bangchan, Minho y Changbin. La llegada de sus amigos trajo risas y bromas, rompiendo la seriedad de momentos anteriores. Seungmin, al ver la escena, no pudo evitar sonreír.

—Vaya, parece que están más unidos que nunca, ¿eh? —comentó con un guiño, provocando las risas de todos.

Felix se sonrojó ligeramente, pero no se apartó de la posición cómoda en la que estaba, disfrutando la presencia de sus amigos. Hyunjin, por su parte, solo sonrió y reforzó el abrazo, dejando claro, incluso con los amigos presentes, cuánto significaba Felix para él.

—¿Y acaso hay algo de malo en eso? —respondió Hyunjin con una sonrisa confiada, desafiando a sus amigos a decir algo en contra.

—Nada en absoluto, amigo —respondió Bangchan, levantando las manos en señal de paz—. Solo que… me alegra verlos bien juntos. Hace unos días parecían más tensos.

Felix intercambió una mirada cómplice con Hyunjin y luego con sus amigos. Aunque aún quedaban algunos asuntos pendientes entre ellos, momentos como este le recordaban lo importante que era la compañía de las personas que apreciaba.

Jeongin, que había estado observando la interacción, sonrió y se sentó junto a Felix.

—Veo que todo está bien ahora, ¿eh? —bromeó, mirando a Felix—. Oye, no te preocupes. Los dos se ven bien juntos.

Changbin rió y levantó una ceja, mirando a Hyunjin.

—Solo asegúrate de no ahogar a Felix con tanto amor —dijo en tono juguetón, causando que todos se rieran.

Jisung, al lado de Minho, también se unió a la conversación.

—Vaya, chicos, ni yo me atrevería a hacerles alguna broma hoy. Se ven demasiado enamorados. —rió.

Así, entre risas y bromas, la tarde se fue suavizando. Felix se sentía cada vez más en paz, tanto con Hyunjin como con sus amigos. En ese instante, entendió que a pesar de las diferencias y de los momentos difíciles, siempre contarían con su grupo, aquellos que los apoyaban y acompañaban en cada paso del camino.

POR CULPA DEL ENOJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora