Las Cronicas De Los Clanes

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La Estrategia de Defensa del Templo de Aelor

La defensa del Templo de Aelor comenzó mucho antes de que las fuerzas de Ryuto llegaran a las puertas. El grupo de Beko, junto con los clanes aliados y los seres legendarios, sabían que el Templo era su último bastión, y cualquier error podría significar la derrota total. La estructura del Templo, tallada en la roca de la montaña y rodeada de acantilados, ofrecía una ventaja defensiva natural, pero también tenía sus peligros. Había una sola entrada principal, lo que significaba que, aunque era fácil de defender, cualquier falla en su defensa permitiría a los enemigos infiltrarse en el corazón del santuario.

Fortificación de la Entrada Principal

Beko, demostrando su capacidad de liderazgo, organizó a los guerreros para fortificar la entrada principal. Levantaron barricadas utilizando enormes bloques de piedra que habían sido desprendidos de las paredes del templo, creando una especie de muro improvisado detrás del cual podrían resistir el asalto inicial. Julia y los arqueros del Clan de los Búhos se posicionaron en las alturas, utilizando las ventanas estrechas y las torres del Templo para lanzar lluvias de flechas sobre los atacantes.

En el frente de las barricadas, Mano de Hierro lideró a los guerreros del Clan del Oso y otros clanes de combate cuerpo a cuerpo. Armados con escudos y espadas, estos guerreros formaron una línea de defensa impenetrable, preparados para recibir el impacto del ataque principal. Uldru, el maestro de las artes místicas, lanzó hechizos protectores sobre los defensores, creando escudos mágicos que repelían flechas y ataques de energía oscura.

Posiciones Estratégicas en el Interior del Templo

Sombra Silente y Jess, con su conocimiento profundo del Templo, identificaron varios puntos estratégicos dentro de la estructura. Sabían que el Templo estaba lleno de pasadizos secretos y cámaras ocultas que podrían ser utilizadas para emboscadas y movimientos sorpresa. Colocaron a pequeños grupos de guerreros en estos pasadizos, listos para atacar a cualquier enemigo que lograra romper las defensas de la entrada principal.

Jess también organizó trampas mágicas a lo largo de los corredores del Templo. Estas trampas, invisibles a simple vista, se activarían cuando los enemigos cruzaran ciertos umbrales, liberando explosiones de energía o invocando criaturas guardianas del propio Templo para atacar a los intrusos.

La Intervención de Ryuto

Ryuto, el astuto líder del Clan del Sogun, sabía que atacar el Templo de Aelor sería su mayor desafío hasta ahora. Desde el comienzo, había planeado minuciosamente su asalto, sabiendo que no podría confiar solo en la fuerza bruta para romper las defensas del Templo. Como un maestro táctico, dividió su ejército en varias divisiones, cada una con un propósito específico.

El Asalto Principal

Ryuto ordenó a su ejército principal que atacara la entrada del Templo con todo lo que tenían. Esta fuerza estaba compuesta por guerreros endurecidos en la batalla, muchos de los cuales habían sido reclutados de clanes oscuros y renegados. Luchaban sin temor, sabiendo que la victoria significaría riquezas y poder.

Sin embargo, Ryuto no lideró personalmente este asalto. En lugar de eso, se mantuvo en las sombras, observando cómo sus fuerzas chocaban contra las defensas del Templo. Conocía la reputación de Beko y sus aliados, y sabía que no podía permitirse subestimarlos. Mientras observaba, envió a sus asesinos y espías más expertos a infiltrarse en el Templo a través de entradas ocultas que había descubierto gracias a la información obtenida de sus espías.

Infiltración y Sabotaje

Ryuto era conocido por su capacidad para desestabilizar a sus enemigos desde dentro. Los espías que envió se movieron con sigilo, usando túneles subterráneos y puertas ocultas para entrar al Templo. Su objetivo era sembrar el caos detrás de las líneas enemigas. Estos agentes se infiltraron en las posiciones de los arqueros y magos, atacando desde la oscuridad y causando bajas significativas.