Las Cronicas De Los Clanes

19

Una vez liberados de sus jaulas, Beko le pregunto a Mano de Hierro

Beko
— ¿Me puedes contar exactamente lo que pasó el día que capturaron al oráculo?. — Pregunta mientras frunce el ceño

Mano de Hierro
— Nos hicieron una emboscada, intentamos poner a salvo al oráculo, pero cada vez eran más y más, y el oráculo hizo un hechizo o algo así, creo una puerta de la nada y nos empujó hacia ella, y cuando queríamos salir ya era tarde, se había cerrado.

Descansaron unas horas y después prosiguen su camino hacia la fortaleza de Clan de Oso.

La Llegada a la Fortaleza:

Después de semanas de viaje, a través de paisajes desafiantes y enfrentando varios peligros, el grupo finalmente vislumbra las torres de la fortaleza del Clan del Oso. Aunque agotados, la vista de su hogar les da un nuevo aliento.

Al llegar a las puertas, son recibidos con respeto y admiración por los miembros del clan. Oski, con su característica humildad, reconoce el esfuerzo de todos sus compañeros, sabiendo que el éxito de la misión fue un logro colectivo. Fueron llamados por el capitán del Clan del Oso,

Capitán del Clan del Oso:

El capitán, un hombre robusto y de mirada severa llamado Bjorn, esperaba en la gran sala de la fortaleza. Su presencia imponía respeto, con su armadura adornada con el emblema del oso rampante en el pecho y su martillo de guerra descansando junto a su trono. A su lado, un grupo de oficiales del clan observaba con atención mientras Oski, Beko, Mano de Hierro y el resto del grupo entraban, cansados pero decididos.

Bjorn se levantó para recibirlos, cruzando sus brazos mientras los evaluaba con una mirada dura pero justa.

Bjorn
— Bienvenidos, guerreros. Veo en vuestros rostros el peso de lo que habéis enfrentado. Pero antes de que nos relajemos, quiero escuchar el relato completo de lo sucedido.

Bjorn frunció el ceño, señalando a Mano de Hierro para que hablara.

Mano de Hierro:
— Nos superaban en número, capitán. Mientras intentábamos proteger al oráculo, ellos aparecían de todas partes. El oráculo nos salvó al conjurar una puerta, una especie de portal. Nos arrojó a través de él antes de que pudiese ser capturada. Cuando intentamos regresar, ya era demasiado tarde; la puerta se había cerrado.

Bjorn permaneció en silencio por un momento, procesando la información. Finalmente, asintió con una expresión sombría.

Bjorn
— El oráculo siempre ha sido un enigma. No es de extrañar que posea poderes más allá de nuestra comprensión. Pero su valor es extraordinario. El Clan del Sogun y los demás Clanes pagará por esto, y debemos prepararnos para lo que venga.

El capitán hizo una pausa, luego volvió su atención a Beko.

Bjorn
— ¿Qué más puedes decirme de los mercenarios del Clan del Sogun? ¿Tienen un líder? ¿Cómo lograron superar a un grupo tan preparado como el nuestro?

Beko inspiró profundamente antes de hablar.

Beko
— Son muchos, capitán, y extremadamente organizados. Pero lo más peligroso es su líder, un hombre llamado Ryuto. Es astuto y cruel, con una mente táctica que dirige cada movimiento de su clan. Fue él quien planeó la emboscada, y parece que sabía exactamente cómo y cuándo atacar. Debemos estar preparados para enfrentarlos de nuevo, especialmente si deciden volver a atacar.

Bjorn apretó los dientes al escuchar el nombre de Ryuto.

Bjorn
— Ryuto… ese nombre ya ha cruzado nuestros oídos antes. No es la primera vez que escuchamos de su despiadada naturaleza.