Haz oído hablar de ellos. O al menos de sus padres.
Chan, Felix, Han y Jeongin son los descendientes de los héroes de los cuentos que alguna vez escuchaste, pero llevan un profundo secreto. En Elyria, el reino de la luz, nadie sabe que su destino e...
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Hyunjin miró furioso a sus compañeros mientras su grupo le hablaba. Lo habían dejado solo porque el profesor San había dicho que se juntaron de tres y... vamos a ser sinceros, Hyunjin no era el más inteligente para esas cosas, él ya lo había aceptado, así que el alfa no se esforzaba ni un poco en ocultar su pereza por tener que asistir a clases.
Una llama se encendió en su mano y le dió a Minho que bufó por la quemadura, se deshizo de ella fácilmente con un pequeño encantamiento y le lanzó a Hyunjin un chorro de agua helada que lo hizo temblar.
— ¡Hwang, Lee! — los dos rodaron los ojos al escuchar la voz de su profesor, San — Dejen de jugar en horas de clase, para eso está el recreo — ambos asintieron a la vez riéndose de sus travesuras.
En Noxterra les habían quitado todo, excepto sus poderes, ellos no estaban seguros de si la Hada Madrina sabía pero ellos podían usarlos en cualquier ámbito y eso les ayudaba a poder controlarlos.
Aunque bueno, habían sus partes malas que los chicos amaban. Las peleas callejeras donde solo uno sobrevivía, ocurría una vez cada dos meses y la gente se volvía loca apostando y dando un trueque, ya sea comida o dinero.
Hyunjin y Changbin se miraron, al parecer los dos estaban recordando ese momento. Su pelea se acercaba y aunque estaban preocupados por el otro sabían que debían hacerlo o los matarían.
Las peleas callejeras no eran voluntarias, se escogían a los dos chicos al azar sin importar si querían o no. Y para "suerte" de estos dos amigos les había tocado juntos. Ni Minho ni Seungmin opinaban al respecto, odiaban elegir un bando entre su pequeño grupo que salió adelante desde niños.
Al parecer no habría nada que los salvará de esa pelea.
Otra llama cayó en Changbin que lo miró molesto antes de hacer aparecer un sombra negra detrás de él, el pelinegro rodó los ojos. Genial, ahora tenía a uno de los cachorros del más allá con él, iba a ser muy difícil quitárselo de encima porque literalmente era un cachorro.
Decidió ahora molestar a Seungmin, que ya sabiendo lo que se esperaba hizo con sus manos señas raras antes que el pelinegro sintiera ganas de estornudar.
— Deja de hacer eso Hyunjin, perdiste en el Yan Ken Po, no actúes como si te hubiéramos echado a un lado — Gruñó Seungmin y Hyunjin rodó los ojos.
— Quítame las ganas de estornudar, Kim o si no...
— ¡Basta! Kim, Seo y Lee se van a dirección — gritó el profesor San y todos se voltearon a Hyunjin, que había causado el desastre pero no estaba yendo con ellos.