𝐒𝐊𝐘𝐅𝐀𝐋𝐋 - 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐲 𝐤𝐢𝐝𝐬

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Para cuando todos se reunieron, la tensión en el ambiente era palpable, pero había un aire de complicidad entre algunos de ellos. Changbin tenía a Jeongin cómodamente instalado en sus piernas, sus manos recorriendo la cintura del omega con suaves caricias, como si el contacto físico fuera tan natural como respirar. Jeongin, por su parte, se recostaba contra el pecho del alfa, dejando escapar pequeñas risitas cada vez que Changbin murmuraba algo en su oído. 

Han estaba al lado de Minho, quien mantenía una expresión relajada, pero sus ojos traicionaban una mezcla de ternura y deseo. Cada vez que sus dedos se rozaban, Han sentía un escalofrío recorrer su espalda, y Minho sonreía apenas, disfrutando de la reacción del omega. Ambos parecían inmersos en un juego silencioso, donde las miradas y las sonrisas decían más de lo que estaban dispuestos a admitir en voz alta. 

En otra esquina de la sala, Seungmin sostenía el pergamino con cuidado mientras le hablaba a Chan. El omega asentía lentamente, sus ojos atentos en los gestos de Seungmin mientras este enumeraba datos y teorías con una pasión que solo él podía tener. Chan, aunque todavía algo dolido por lo sucedido, no podía evitar admirar la dedicación del alfa, y de vez en cuando sus miradas se encontraban, ambos compartiendo un momento de conexión. 

Hyunjin y Felix, sin embargo, eran un contraste total. Felix se mantenía al margen, aparentemente concentrado en su celular. Cada tanto, una pequeña sonrisa se formaba en sus labios, pero no era por Hyunjin, lo cual hacía que el alfa frunciera el ceño en frustración. Hyunjin lo observaba de reojo, perdido en sus pensamientos. Sentía algo por Felix, eso era innegable, pero ¿era amor? Nunca había experimentado algo así antes. Su infancia nunca estuvo compuesto por demostraciones de cariño ni siquiera por palabras, y aunque sentía cariño por sus amigos, lo que Felix despertaba en él era diferente. La incertidumbre lo carcomía, y sus intentos de aclarar sus sentimientos solo parecían enredarlo más. 

— Bien, no se abre —murmuró Chan, rompiendo el silencio. Estaba sentado con las piernas cruzadas en el suelo, intentando deshacer el lazo que mantenía cerrado el pergamino. Frunció el ceño en frustración, moviendo sus manos con más fuerza, pero el nudo parecía resistirse a cualquier intento. 

Seungmin, quien había estado observándolo en silencio, se inclinó hacia él. Sin decir nada, tomó con delicadeza las manos de Chan para detenerlo, y ambos se miraron por un momento. 

— Déjame intentarlo — dijo Seungmin con suavidad, tomando el pergamino y examinándolo detenidamente. Sus ojos brillaron con una idea repentina, y sin explicar nada, colocó el pergamino en el centro del círculo que formaban todos. 

— Coloquen sus dedos sobre él — instruyó, todos escuchándolo.

Los demás intercambiaron miradas, algo desconfiados, pero finalmente obedecieron. Changbin, aún con Jeongin en sus piernas, extendió su mano, seguido del omega, que lo imitó con curiosidad. Minho fue el siguiente, colocando su dedo con cuidado mientras Han lo observaba con una mezcla de interés y duda antes de hacer lo mismo. Hyunjin se acercó sin decir nada, y aunque Felix dudó por un instante, finalmente extendió su mano, evitando mirar al alfa directamente. Chan y Seungmin fueron los últimos, completando el círculo. 

En cuanto todos tocaron el pergamino, este se iluminó con una luz intensa que los obligó a entrecerrar los ojos. Una energía cálida recorrió el círculo, como si algo dentro del pergamino estuviera despertando. De repente, el objeto se elevó ligeramente del suelo, flotando en el aire mientras el lazo se deshacía por sí solo.