ANTES DEL SÍ. ━ NICHOLAS ALEXANDER C.

15|La salud mental es importante.

Ellie Maxwell.

[2 semanas después]

—Buenos días, Ellie. ¿Cómo te has sentido desde nuestra última sesión? —Dice el psiquiatra tomando su libreta.

—Hola, doctor. He tenido días buenos y otros no tanto. A veces siento que tengo mucha energía y no puedo parar de hacer cosas, pero luego, de repente, todo se apaga y no tengo ganas de hacer nada.—Contesté suspirando.

—Es comprensible. Estos cambios de estado de ánimo son característicos del trastorno bipolar, pero la clave está en aprender a reconocerlos y gestionarlos. ¿Has notado algún patrón o situación que los desencadene? —Preguntó atento.

—Sí, he notado que cuando duermo poco, los días siguientes suelo estar muy activa, incluso un poco acelerada, y luego caigo en esa fase en la que me siento vacía. —Respondí inquieta.

—El sueño es fundamental en el manejo del trastorno bipolar. La falta de descanso puede contribuir a que los episodios de manía o depresión se intensifiquen. ¿Has intentado alguna de las estrategias de higiene del sueño que hablamos en la última sesión?

— Sí, intenté apagar el teléfono una hora antes de dormir y mantener una rutina, pero a veces me cuesta cumplirla. Siento como si mi mente no pudiera descansar, especialmente en esos días en los que tengo mucha energía.

—Es un buen comienzo. Recuerda que la consistencia es clave. Ahora, respecto a tu medicación, ¿has tenido algún efecto secundario? Me gustaría asegurarme de que estás cómoda con el tratamiento. —Siguió escribiendo en su libreta.

—Al principio me sentía un poco mareada, pero ya se me ha pasado. La verdad es que siento que la medicación me ayuda a estabilizarme, aunque todavía hay momentos de mucha energía y otros de tristeza profunda. —Contesté.

—Eso es normal, Ellie. La medicación es una herramienta, pero también es importante acompañarla de terapia y estrategias de autocuidado. ¿Te has dado cuenta de cómo piensas o te hablas en esos momentos de tristeza o euforia?
—Creo que sí. Cuando estoy muy activa, me digo que puedo hacer de todo, que nada puede detenerme. Pero cuando me siento triste, pienso que no soy suficiente, que todo es inútil. Es como si fuera otra persona.—Respondí rascando mi nuca.

— Exactamente, es una de las características del trastorno bipolar. Vamos a trabajar en algunas técnicas que pueden ayudarte a reconocer esos pensamientos y a darles una respuesta más equilibrada. No se trata de evitar los sentimientos, sino de gestionarlos. —Dijo, alentandome más.

—Me gusta esa idea, doctor. Me siento un poco más en control cuando tengo herramientas para trabajar con lo que siento.

—Me alegra escuchar eso. Sigamos avanzando en ese camino. Por ahora, sigue con la rutina de sueño, la medicación, y trabajaremos en la terapia cognitiva para ayudarte a identificar y gestionar esos pensamientos. La estabilidad es algo que construimos poco a poco.—Me sentí tranquila.
—Gracias, doctor. Me da esperanza saber que estoy avanzando, aunque sea despacio. —Dije sonriente.

—Es un progreso, Ellie. Lo estás haciendo bien. Nos vemos la próxima semana, y si necesitas algo antes de eso, no dudes en llamarme. —Yo asentí y salí del consultorio.

Faltaban veinticinco minutos para que la sesión terminara, sin embargo; Nicholas me había enviado un mensaje, sobre que iría a mi casa, porque supuestamente yo estoy en mi casa.

Me senté en la parada de buses impaciente, me quedé helada al ver que Nicholas me había vuelto a escribir.

" Ya casi llego, espérame. "