Ellie Maxwell.
Hace media hora estoy sentada sola en la maldita mesa de McDonald's, escuchando a los niños gritar en los juegos.
Le escribí a Nicholas por la poca paciencia que me quedaba.
" ¿Vienes? "
" En cinco minutos estoy allá. "
" Llevo casi una hora esperándote "
"
Lo siento, prometo que en las próximas salidas seré más puntual. "
Apagué mi celular y comencé a mirar por la ventana, notando que estaba comenzando a llover.
No sé ni como verlo a la cara después de lo que pasó ayer.
Seguro han sido los meses de falta de sexo.
Nunca había tenido un maldito sueño de esos, soy una indecente, atrevida y sin educación, debería estar en la cárcel.
Él fué tan amable de invitarme a ver películas en su casa y yo solo me dormí y soñé cosas indebidas con él.
Sentí dos toques en mi espalda, me volteo y noté que era Nicholas.
—Oh, hola, pensé que no llegarías. —Digo con una sonrisa nerviosa.
—Hola, de verdad, lo siento, no quería hacerte esperar, aunque, supongo que no te importa, porque quieres verme. —Lo último lo dijo de manera egocéntrica.—Ah, sí... —Contesté evitando su mirada.
—Ayer estabas demasiado extraña después de despertar... ¿tuviste una pesadilla o algo? —No quería hablar de eso, pero me niego a poner límites. ¿Qué tal y eso cambie la amistad que ahora tenemos?
—Eso... uh, tenía demasiada migraña, tanta que no estaba cuerda en ese momento, sobre todo que me fuí a mi casa adormilada buscando una pastilla. —Dije mordiendo una de mis uñas.
—Me dejaste con la palabra en la boca después de irte así de repente. —Respondió con una sonrisa.
—Lo lamento, es que cuando estoy recién despierta soy muy torpe e incoherente. —Dije riendo.—Para mí eres más que eso... —Dice mientras me mira a los ojos unos segundos.
Carraspeo y doy un suspiro.
—Emm, ¿por qué mejor no vamos a ver qué comemos? —Dije con una sonrisa nerviosa.
—Oh, sí. —Responde mientras se levanta de la mesa, repetí su misma acción, siguiéndolo hasta la fila.Traía puesto un pantalón de mezclilla con una camiseta color azul marino y unas Nike Blazer, mientras yo... solo llevaba un flare jean tiro bajo de mi madre con un top strapless y unas Adidas Superstar que me regalaron en 2017.
Me quedé mirando como él pedía la comida, notando que él me miraba de reojo de vez en cuando, lo que hizo que quitara mi mirada de inmediato.
—¿Qué quieres, Ellie? —Preguntó.
—Yo solo quiero nuggets. —Dije sin pensar.
—¿Menú infantil? —Preguntó la cajera.
—Emm, sí, soy muy jodida con el tema de los gustos en comida. —Contesté.—De bebida, una Pepsi. —Ordenó Nicholas.
—Está bién, los llamaré cuando su pedido esté listo.
Nos volvimos a sentar en la mesa, solo que esta vez me quedé mirando el teléfono.
Nicholas me arrebató el teléfono de las manos.
—Para eso hubieras venido sola. —Dice un poco molesto.
—Lo siento, no quería dejarte a un lado. —Me sentí culpable.—¿Por qué elegiste McDonald's? Hay muchos restaurantes costosos aquí en Los Ángeles. —Dijo sonriente.
—Lo siento mucho, no sabía que eras un actor con demasiado dinero que puede comprarse un Ferrari en este momento. De igual forma, si lo hubiera sabido antes, también elegiría McDonald's, no pienso aprovecharme de tí, solo quiero tener una salida sencilla, sin embargo; es decisión tuya la idea de a que lugares iremos en el futuro, porque como elijo lugares sencillos y baratos... —Torcí mis ojos.
—Eres demasiado sarcástica para trabajar en un Starbucks. —Dice señalándome.
—No es sarcasmo, es sentido del humor. —Respondí.
—Es sarcasmo, tonta. —Respondió cruzándose de brazos.
—Claro que no. —Negué.
—Claro que sí.
—Claro que no.
—Claro que sí.
—¡Claro que no! —Golpeo la mesa.—Aquí está su comida, buen provecho. —Dice un mesero.
—Muchas gracias. —Respondí tranquila.—Es divertido como en cuestión de segundos pasas de estar peleando a tener un gesto educado con alguién. —Se ríe.
Tomo uno de mis nuggets y lo comí lentamente, volteo mi cabeza hacía un lado, ya cuando estoy mirando al frente, noto que Nicholas se lleva tres de mis nuggets.
—¡No! —Dije pegándole en la mano.
—Si vas a querer pídelos. —Dije mirándolo mal.
—Llevo lunas sin probar nuggets. —Se justifica.
—¿Y? Puedes comprar unos, duh.—Ya que, igual no quería comer tantos. —Comenté llevándome una papa frita a la boca.
—Un momento... ¿por qué hay un solo vaso? —Pregunté al mesero que venía hacia nosotros.
—¿No son pareja? —Me puse roja al instante después de escuchar aquello.
—¡No! —Contesté eufórica.
—Déjalo así, solo trae un vaso desechable, por favor. —Ordenó Nicholas.El mesero asintió y se fué.
—Aunque, ¿qué tal si probamos? Nunca he hecho esto con alguién. —Sugirió.
—¿De qué?
—Tomar del mismo vaso. No es nada, tenemos diferentes pitillos. —Contestó.Encogí los hombros, y me acerqué a la bebida para tomar desde mi pitillo, pero él hizo lo mismo, lo que mantuvo nuestras frentes unidas mientras bebiamos.
Después, me separé de aquella bebida y me recosté en la silla.
—Okay, eso fué muy cursi, ew. —Exclamé con desagrado.
—Para mí fué tierno, eres muy diferente a mi en el aspecto de demostrar afecto. —Comentó.
—Oh, sí, eso me han dicho, pero yo lo veo normal. Nunca me he acostumbrado a ser pegajosa, porque las personas que eran especiales para mí, aparte de mi familia, o se mudaban, se molestaban conmigo, o ya no las soportaba. Lo cuál me hizo no ser pegajosa con las personas, porque en algún momento se irán... —Digo creyéndome una filósofa.—Wow, que fuerte... —susurró.
—No es fuerte. Veo que eres sensible respecto a los sentimientos. —Respondí.
—Tienes razón, me cuesta dejar ir a las personas. —Contestó.—Soy muy estúpido, para mí es difícil decir no, es difícil decir adiós o decir las cosas directamente. —Agregó.
—No es que seas estúpido, en realidad, eres dulce, empático y muy especial con las personas. Es imposible no apreciarte. —Respondí.
—¿En serio me estás diciendo esto? —Preguntó incrédulo.
—¿Por qué? ¿Es malo? —Interrogué dudativa.—No, no... es solo que es muy lindo de tu parte decir eso. —Dijo con una sonrisa nerviosa.
—Lo siento, solo digo lo que pienso. —Contesté.-----------------------------------
CAPÍTULO № 03.
Lavender BABY 💜
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Bubble GUM 🩷
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ANTES DEL SÍ. ━ NICHOLAS ALEXANDER C.
FanfictionElla es solo una barista de Starbucks, él, un adicto al café de la mañana. Sin pensarlo dos veces, lo hicieron antes del 《sí 》de la común propuesta. Un beso, y todo cambió. •∘˙•∘˙•∘˙•∘˙•∘˙•∘˙•∘˙•∘˙•∘˙•∘˙•∘˙•∘˙