Al cruzar el umbral de la tranquila oficina de Eric, todavía resonaban en mí las emociones desencadenadas durante nuestra última sesión, intensa y reveladora. Eric me saludó con un gesto comprensivo y una mirada que reconocía la carga emocional que aún llevaba.
-Dominik, en nuestra última conversación tocamos temas bastante profundos y dolorosos. Creo que fue un paso importante para ti, pero hoy me gustaría suavizar un poco el enfoque -dijo Eric, mientras me invitaba a tomar asiento en la familiar silla frente a él. -¿Hay algo más ligero en tu corazón, quizás algo más íntimo que sexual, que desees compartir hoy? Algo que ilustre otro lado de tu vida, tal vez relacionado con el amor o una conexión genuina.
Tomé un momento para respirar profundamente, valorando la oportunidad de cambiar el tono de nuestras discusiones hacia algo más esperanzador.
-Sí, hay una experiencia que creo que podría ser relevante. Es algo que aún valoro mucho... una relación que me mostró una faceta del amor que no sabía que existía para mí.
Desde su rincón, Laura me observaba con interés, su presencia silenciosa pero importante, como un testigo tranquilo de mi viaje emocional. Sus notas siempre meticulosas, esperaba que capturaran la esencia de lo que estaba a punto de revelar.
**Volvemos al pasado.**
Era un día soleado de primavera cuando lo conocí. No estaba en una de mis habituales búsquedas nocturnas; en realidad, estaba en el parque, tratando de encontrar un poco de paz y tranquilidad lejos de la vorágine de mi vida cotidiana. Él estaba allí, sentado en un banco bajo los cerezos en flor, absorto en un libro.
Me senté a su lado, inicialmente fingiendo estar también interesado en leer, aunque el interés real era en ver que escondida bajo esa ropa, ya que el muchacho estaba bastante de buen ver, pero mi curiosidad pronto se impuso.
-¿Qué lees? -pregunté.
Fue mi torpe intento de iniciar una conversación. Él levantó la vista, sus ojos una mezcla de sorpresa y cautela, antes de suavizarse al ver mi genuino interés.
-Es un libro sobre la teoría del color -respondió, marcando la página antes de cerrar el libro.
Su voz era suave, pero firme, y cada palabra parecía estar cuidadosamente elegida. Hablamos sobre arte, música y literatura, descubriendo rápidamente un terreno común que era raro para mí. Por una vez, la conversación no tenía una agenda ulterior; simplemente fluía, natural y reconfortante.
A medida que el sol comenzaba a ponerse, nos dimos cuenta de que habíamos pasado horas hablando y sin darme cuenta de que mi interés sexual por él se había esfumado.
-¿Te gustaría ir a cenar? -pregunté impulsivamente, guiado más por el deseo de no romper la conexión que por el hambre.
Para mi sorpresa, él aceptó.
La cena fue un asunto tranquilo pero íntimo. La luz de las velas en el pequeño restaurante iluminaba su rostro, dándome cada vez más vislumbres de la persona que empezaba a capturar mi corazón. Cuando nuestras manos se tocaron accidentalmente al pasar el pan, sentí una chispa que me recorrió la columna vertebral, diferente a cualquier cosa que hubiera experimentado antes.
-Nunca me había sentido así -admití mientras caminábamos de regreso por el parque, nuestras manos ahora entrelazadas con naturalidad.
-Yo tampoco -dijo él, apretando mi mano.
Fue esa noche cuando todo cambió. Llegamos a su apartamento, y por primera vez, la perspectiva de intimidad física llevaba un peso emocional significativo. Nos besamos, primero con timidez, luego con una creciente pasión que ambos habíamos tratado de contener durante la cena. La forma en que me miró mientras me acercaba a él, como si realmente me viera, me hizo sentir valorado y querido, no solo deseado.
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Cayendo En La Tentación
AcakEs la historia envolvente de Dominik, un joven que, mientras navega por las turbulentas aguas de la adolescencia, se encuentra con un error que cambiará su vida para siempre: se vuelve adicto al sexo. Esta adicción lo lleva a explorar los límites de...