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Louis observaba a Harry con una sonrisa mientras llegaban al restaurante. Era mediodía, y el sol brillaba con fuerza. Los rayos iluminaban el rostro de Harry, haciéndolo ver aún más tierno bajo esa luz cálida. Louis, sin pensarlo dos veces, le pasó un brazo por los hombros y le dio un apretón suave.

—¿Listo para comer, pequeño? —preguntó Louis, guiñándole un ojo. Harry sonrió, un poco sonrojado.

—Sí, Lou. Gracias por invitarme —murmuró Harry, sintiéndose cómodo bajo el brazo de Louis.

Ya en el restaurante, Louis se encargó de elegir la mesa, asegurándose de que fuera un lugar tranquilo y cómodo para Harry. Zayn y Liam los estaban esperando, sentados juntos, y Harry notó la forma en que Zayn mantenía una mano en la rodilla de Liam, como si le diera seguridad solo con ese contacto. La imagen le resultaba reconfortante; de algún modo, le hacía sentir que él también podía dejarse cuidar por Louis.

Louis tomó el menú y, al notar la indecisión de Harry, decidió pedir por ambos. Mientras esperaban la comida, Louis pasó un brazo por el respaldo de la silla de Harry, acercándolo un poco.

—Relájate, cariño, estoy aquí para ayudarte —le dijo suavemente, y Harry, sintiéndose cada vez más seguro, asintió, apoyando su cabeza en el hombro de Louis durante unos instantes.

Cuando la comida llegó, Louis no dudó en cortarle la comida en pequeños trozos y en acercarle el plato con una sonrisa.

—Así está perfecto para ti, ¿verdad, bebé? —preguntó Louis con ternura. Harry asintió, agradecido y un poco avergonzado, pero encantado con el cuidado que Louis le ofrecía.

Louis notó que cada pequeño gesto de cariño y apoyo parecía relajar a Harry, quien poco a poco comenzaba a disfrutar de la comida sin la presión de tener que hacerlo todo él mismo. Ver la expresión tranquila de Harry era suficiente para hacerle el día.

Después de comer, Zayn propuso ir a la playa, y todos estuvieron de acuerdo. Al llegar, el sonido de las olas y la brisa del mar los envolvieron en un ambiente de tranquilidad. Zayn y Liam se descalzaron rápidamente y corrieron hacia el agua, riendo como niños, y Louis se unió a ellos, dándole un vistazo a Harry para invitarlo a seguir.

Harry, sin embargo, se quedó atrás, mirándose con inseguridad. Aunque estaba emocionado de disfrutar del mar, se sentía incómodo con la idea de quitarse la camisa. Louis, al notar su incomodidad, regresó junto a él y lo rodeó con sus brazos.

—¿Qué pasa, pequeño? —preguntó Louis en un susurro, dándole un beso en la mejilla.

Harry bajó la mirada, jugando con el borde de su camisa.

—Es solo que... no me siento muy seguro... sin esto —dijo, refiriéndose a su camisa.

Louis le dio un apretón suave, manteniendo una expresión comprensiva. Le acarició el cabello, dándole un beso en la frente esta vez.

—No tienes que hacer nada que no quieras, cariño. Pero... si decides meterte al agua, yo estaré contigo, ¿vale? —Louis le sonrió con dulzura, acariciando suavemente su brazo.

Después de un momento de duda, Harry respiró hondo y, bajo la mirada alentadora de Louis, se quitó la camisa, quedando solo en su traje de baño. Louis le dedicó una sonrisa de aprobación y, sin decir nada, tomó su mano y lo guió hacia el agua, asegurándose de que Harry se sintiera seguro en cada paso.

Una vez en el agua, Louis no dejó de hacer pequeños gestos cariñosos para animarlo. Le salpicaba agua suavemente, y cada vez que Harry se sentía un poco cohibido, Louis lo abrazaba y lo mantenía cerca, brindándole apoyo con cada sonrisa y cada mirada.

—Eres increíble, ¿lo sabes? —le dijo Louis en un susurro, rodeándolo con sus brazos mientras ambos miraban el horizonte. Harry sonrió, sintiéndose más seguro, y se apoyó en el pecho de Louis, cerrando los ojos por un momento y disfrutando de la calidez del momento.

Después de un rato de jugar en el agua, se acercaron a la orilla, donde se sentaron en la arena, observando a Zayn y Liam, quienes también parecían en su propio mundo de risas y miradas cómplices. Louis y Harry se miraron, compartiendo una sonrisa silenciosa.

—Me gusta cómo me haces sentir... tan cuidado —dijo Harry en voz baja, girándose hacia Louis.

Louis sonrió y acarició su mejilla con suavidad, dándole un beso en la frente y otro en la nariz.

—Porque quiero que siempre te sientas seguro a mi lado, bebé. Tú eres especial para mí, ¿sabes? —murmuró Louis.

Harry, conmovido, lo abrazó con fuerza, aferrándose a él como si nunca quisiera soltarlo. Louis lo rodeó con los brazos, permitiéndole encontrar refugio en su abrazo y dándole pequeños besos en la cabeza, haciéndole sentir amado y protegido.

Más tarde, mientras Harry fue al baño de la playa, Zayn y Liam aprovecharon el momento para hablar con Louis. Zayn sonrió, apoyando una mano en el hombro de su amigo.

—Louis, lo que haces por Harry... realmente lo está ayudando. Puedo ver cómo le das seguridad. Es hermoso verlo así de feliz —le dijo Zayn con un tono serio y sincero.

Liam asintió, mirando a Louis con una expresión de comprensión.

—Es un buen paso, Louis. Sé que cada pequeño gesto que le das significa mucho para él. Sigue así, que está aprendiendo a confiar en ti cada día más —añadió Liam.

Louis sonrió, agradecido por el apoyo de sus amigos. Sabía que esta dinámica especial que compartía con Harry era única y que, paso a paso, le estaba dando a Harry la confianza que tanto necesitaba.

Cuando Harry regresó, Louis lo recibió con una sonrisa y un abrazo, manteniéndolo cerca. La tarde pasó rápidamente, con risas y juegos en la playa. Justo cuando el sol comenzaba a ponerse, los cuatro amigos se dirigieron a una zona de rocas cercana para contemplar el atardecer. Zayn y Liam se sentaron un poco alejados, dándose un espacio para sí mismos, mientras que Louis y Harry se quedaron juntos, observando cómo el cielo se teñía de colores cálidos.

Louis pasó un brazo por los hombros de Harry, atrayéndolo hacia él. La luz dorada iluminaba el rostro de Harry, y Louis no pudo evitar sonreír ante la paz que veía en sus ojos. Con una ternura infinita, llevó una mano al rostro de Harry, acariciando su mejilla.

—¿Sabes algo, cariño? Eres más fuerte de lo que crees. No importa lo que haya pasado, aquí estás... y me tienes a mí —murmuró Louis con suavidad.

Harry lo miró, y su respiración se volvió un poco más lenta, como si cada palabra de Louis le diera seguridad y paz. Cerró los ojos un momento, dejándose envolver por la calidez de esa mano en su mejilla, y cuando los volvió a abrir, sus miradas se encontraron, llenas de emociones no dichas.

Sin pensarlo dos veces, Louis se inclinó lentamente y, con una delicadeza absoluta, acercó sus labios a los de Harry, dándole un beso suave y tierno, lleno de promesas silenciosas. Fue un beso corto, pero cargado de significado. Ambos sonrieron contra los labios del otro, disfrutando de esa cercanía que parecía unir sus almas.

Cuando se separaron, Harry se acurrucó en el pecho de Louis, cerrando los ojos mientras sentía que, finalmente, había encontrado un lugar seguro en el mundo. Louis lo abrazó fuerte, dándole un último beso en la cabeza mientras el sol terminaba de ponerse, y el cielo se llenaba de estrellas.

𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 | 𝐥𝐬 | 𝐁𝐃𝐒𝐌 | 𝐃𝐃𝐋𝐁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora