Dante estaba en medio de una brutal batalla, cada movimiento rápido y decidido, pero la tensión era evidente en su mirada. Se enfrentaba a una oscura figura siniestra, un ser envuelto en sombras y malevolencia que parecía surgir del mismo infierno. Con cada golpe y cada esquiva, el cansancio iba acumulándose; respiraba con dificultad, y de vez en cuando se alejaba de su oponente, usando esos breves momentos para recobrar fuerzas, aunque sin apartar la mirada de aquel ente que parecía empeñado en destruirlo.
Su gabardina roja, que siempre había sido un símbolo de su poder y estilo, estaba rasgada y chamuscada en los bordes, reflejando la intensidad de la lucha. El hotel alrededor de ellos era un escenario de desolación: ruinas, humo, fuego y el crujido de los escombros rodeaban el lugar. Las llamas iluminaban de manera inquietante las sombras de los objetos caídos y los cuerpos inmóviles de sus amigos. Husk, Angel Dust, Vaggie y otros yacían sin vida entre los escombros, un reflejo sombrío de lo que alguna vez fue su hogar. Este caos parecía un eco siniestro de lo que Mundus había prometido, pero Dante apenas tenía tiempo para procesarlo, atrapado en su desesperada lucha.
En un momento, sus ojos se desviaron involuntariamente hacia Charlie. La figura oscura y siniestra la sostenía del cuello, levantándola en el aire mientras ella forcejeaba en un intento desesperado de liberarse. Charlie pataleaba, buscando escapar, pero sus fuerzas parecían agotarse mientras la entidad alzaba una gran espada, una hoja negra que reflejaba la devastación de su alrededor, apuntando directamente al corazón de la princesa demoníaca.
Dante sintió una descarga de miedo y rabia recorriéndole el cuerpo. Era una mezcla de horror y desesperación, emociones que rara vez experimentaba, y su grito resonó en el vacío caótico:
-¡No!
Su cuerpo se movió instintivamente, lanzándose hacia Charlie en un último intento de salvarla, pero la distancia parecía extenderse en un instante, como si el tiempo y el espacio se burlaran de él. Justo cuando la espada de la figura oscura estaba a punto de atravesarla, una voz profunda y resonante se escuchó, inconfundible y despiadada. Era Mundus, proclamando con tono triunfal y gélido:
-Te quitaré todo, hijo de Sparda.
Todo se volvió oscuro, una negrura que se tragaba cada rincón de aquel mundo desolado, ahogando cualquier esperanza.
Fue entonces cuando Dante abrió los ojos de golpe. Su respiración era acelerada, su pecho subía y bajaba rápidamente mientras la realidad volvía a él. Estaba en su habitación, en la tranquilidad del hotel. Aquella visión desgarradora había sido solo un sueño... o más bien, una pesadilla.
A su lado, Charlie se movió inquieta por sus bruscos movimientos y, con voz preocupada, preguntó mientras posaba una mano suave en su brazo:
-¿Dante? ¿Estás bien?
se sentó y lo miró con una mezcla de preocupación y ternura, sus ojos reflejaban un brillo suave en la oscuridad de la habitación. Sin pensarlo, extendió una mano y la apoyó en el hombro de Dante, acariciándolo suavemente, intentando ofrecerle consuelo.
-¿Pasa algo? -preguntó, con la voz todavía suave por el sueño-. ¿Tuviste alguna pesadilla?
Dante le lanzó una breve mirada, intentando disfrazar el peso que sentía en su interior. Pero era difícil. La pesadilla se había sentido tan real, tan vívida, que aún podía ver las llamas y escuchar el eco de la risa de Mundus burlándose de él. Su garganta estaba seca, pero logró responder, con la voz ronca y cargada de una emoción que pocas veces dejaba ver.
-Fue... fue solo un sueño -murmuró, apretando los puños, sintiendo cómo el miedo y la furia se arremolinaban en su interior-. Un maldito sueño.
Charlie lo miró detenidamente, analizando cada gesto y el brillo atormentado en sus ojos. Sabía que él intentaba siempre mostrarse fuerte, impenetrable, pero esta vez su vulnerabilidad era evidente. Se inclinó hacia él, envolviendo sus brazos alrededor de sus hombros y acercándolo suavemente a ella. Sin dudar, Dante descansó su cabeza en su hombro, aceptando su abrazo en silencio, como si fuera el ancla que necesitaba en ese momento.
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Un cazador de demonios en Hazbin Hotel
RandomDante, el legendario cazador de demonios, se encuentra en medio de una feroz batalla contra una criatura desconocida y formidable. Mientras lucha con determinación, el demonio en un último acto desesperado abre un portal oscuro que arroja a Dante a...